Santiago Maldonado: desaparición y posverdad

Santiago Maldonado: desaparición y posverdad
23 agosto, 2017 por Redacción La tinta

Por Francisco Peralta para Vó Vé

El Diario La Nación amplifica -horas después de la declaración de Patricia Bullrich en el Senado- una hipótesis expuesta por la ministra de seguridad y que varios advertimos que fueron armando como operación de inteligencia desde hace días

Esa hipótesis básicamente trabaja sobre dos objetivos concatenados:


1) Convencer a la opinión pública de que la comunidad del lonko preso Facundo Jones Huala es parte activa de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), un grupo violento que actúa desde hace tiempo en la región con el supuesto financiamiento de una supuesta ONG británica y del cual nunca se detuvo a nadie.


Grupo al que el lonko dijo haber pertenecido en algún momento pero al que la comunidad no reconoce pertenecer. Vale recordar que la última actuación rimbombante -que el supuesto grupo no se adjudicó- fue el atentado a la casa del Chubut en Buenos Aires. Eso ocurrió después del 1 de agosto, fecha de la desaparición de Santiago Maldonado.

El supuesto operativo RAM, ocurrido a metros del obelisco, pedía la aparición con vida de «Seba, el lechu» (no de Santiago) y la libertad al lonko. Los 15 o 20 encapuchados que rompieron vidrios y ocasionaron destrozos en la casa provincial entraron y salieron a plena luz del día sin que ninguna fuerza policial o de seguridad de las tantas presentes en el centro porteño siquiera los identificara.

La otra actuación pública que se pretendió asociar fue un fallido atentado con bomba Molotov ocurrido contra un móvil del diario Jornada, diario al cual la comunidad muchas veces ha denunciado por su parcialidad manifiesta en relación a la figura de Jones Huala. En ese atentado los volantes diseminados en el lugar ya no lo asociaban principalmente al RAM sino al MAP (movimiento mapuche autónomo de puel mapu) una organización de carácter político y filosófico al que la comunidad de Cushamen manifestó su adhesión en los inicios de 2015. Ambos hechos más la quema del edificio de la alejada estación Bruno Thomae de La Trochita y el ataque al puestero de Benetton ocurrieron luego de que un periodista del programa que con gran rating conduce Jorge Lanata, realizara una entrevista en la cárcel con Facundo Jones Huala. La entrevista que duro mas de una hora y de la cual solo se difundió un breve extracto sin contexto en los que el dirigente mapuche reconocía validar las diferentes formas de resistencia y lucha contra las corporaciones, fue realizada unos diez o quince días antes de los episodios dichos y se difundió el domingo posterior a la desaparición de Maldonado, al cual solo se dedicaron unos segundos de mención, muchos más que los dedicados al puestero atacado y también entrevistado. El encargado principal de instalar la hipótesis de que la RAM es lo mismo que la comunidad fue el jefe de gabinete de la ministra Bullrich, el abogado que otrora fuera parte defensora del dictador Galtieri. El día posterior a la desaparición de Santiago, Pablo Noceti en sintonía también con las efusivas declaraciones del ministro de gobierno de Mario Das Neves, Pablo Durán, declaró públicamente que estaban trabajando con Chubut y río Negro para detener y judicializar a todos los integrantes de la RAM en cualquier acción pública que realizaran.

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(Imagen: M.A.F.I.A.)

El funcionario había estado en el lugar donde se montó el operativo de despeje de la ruta 40 y posterior represión al menos una horas antes de ocurrida la desaparición del joven artesano. Operativo de represión en el que -tal cómo fue confirmado por una alta fuente a este cronista- la Gendarmería Nacional, «actuó como fuerza de prevención por iniciativa propia de acuerdo a sus facultades legales».

La estigmatización y criminalización de la comunidad que se lograría al asociar a ésta con la RAM fue también difundida por otros funcionarios locales y provinciales y líneas editoriales de algunos de los principales medios de comunicación que existen en la zona.

Ejemplo de ello fueron las varias comunicaciones públicas del intendente de Esquel, ocurridas tras el incendio de la estación Thomae, cómo así también las del gobernador Das Neves, quienes nunca y ocultaron a su molestia y y desprecio por la figura de Jones Huala y su causa comunitaria.


Este primer objetivo elaborado perversamente por la inteligencia que responde al gobierno de Macri era profundizar en la opinión pública la idea de que los integrantes de la pu lof en resistencia que desde marzo de 2015 reclama a la colorida multinacional de origen italiano un territorio que consideran de uso ancestral y propio, son un grupo de criminales que actúan bajo ordenes de un violento criminal llamado Facundo Jones Huala, que a su vez lidera a la criminal organización RAM y que además responden a intereses secesionistas de oscuros orígenes, comandados desde la archienemiga popular Inglaterra.


2) El segundo objetivo de esta hipótesis esgrimida por la ministra de Macri es la de asociar al joven desaparecido con la acción criminal sostenida en el desarrollo anterior. Para ese teorema es fundamental que la opinión pública se convenza de que Maldonado había participado de un supuesto ataque de la RAM a un puestero de Benetton y que en dicho episodio habría sido herido por el supuesto atacado.

La nueva criminalización la lograrían al asociarla al supuesto operativo de la RAM, estableciendo la sospecha que Santiago participaba de la RAM y que por eso estaba en la comunidad. La supuesta acción violenta de la RAM (que para ellos es equivalente a la Lof) habría provocado la muerte de Santiago. Esa perversa elucubración tiene ribetes tan morbosos que ni siquiera pueden explicitar por temor a una mala reacción de la familia. Sin embargo, poco hay que hacer para esbozar como continuaría esa perversa operación de inteligencia: los integrantes de la comunidad habrían ocultado el cuerpo sin vida del joven durante días y tras el violento operativo de gendarmería ordenado por Noceti y sus subordinados jefes de gendarmería, habrían decidido que era una buena oportunidad para denunciar su desaparición. Sin correrse de esa obvia lógica, completa la teoría el diario La Nación, cuando agrega otros datos que refuerzan la sospecha de la posible vinculación del joven con la accion de la RAM. En la misma nota destacan la posibilidad de que haya sido la comunidad quien haya plantado pruebas de la permanencia de Santiago en la lof.

Quedan igualmente unas cuantas cosas sueltas que la inteligencia corporativa no logra atar hasta el momento:


La reacción de una buena parte de la comunidad nacional e internacional que no quiere dejar pasar este caso como uno más y está muy atenta y conectada a todos los eventos que puedan ayudar a esclarecer quien tiene a Santiago.


La misma comunidad entiende también que esa convicción implica desarmar las múltiples operaciones que desde la misma usina se generan para desviar la atención que del caso debe hacer la justicia. Y allí las redes sociales juegan un rol muy importante. Rol del cual también son conscientes los otros intereses y que utilizan para la disputa del sentido común sobre el caso.

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El otro nudo que le está costando atar al gobierno de Mauricio Macri en relación al accionar de sus fuerzas represivas, es cómo hacer para que en el peor de los casos el Juez Guido Otranto en la investigación distraiga su atención sobre responsabilidades personales de efectivos de gendarmería y así minimizar posibles costos políticos más elevados. Faena más qué difícil tiene el gobierno a juzgar por las actuaciones previas del juez de Esquel en causas complejas como fueron delitos de trata, narcotráfico o la misma anulación del juicio de extradición a Chile que pesaba sobre Facundo Jones Huala el año pasado y por el cual está nuevamente detenido en Esquel. Vale decir que estas resoluciones anteriores del juez han sido más cercanas a una vision moderna de la justicia penal y no represiva, lo que le valió una manifiesta disconformidad de parte del gobierno provincial.

Por otra parte, luego del dudoso y cada vez mas complicado accionar de las fuerzas al mando del Ministerio de Seguridad, el apoyo inicial a la estrategia de criminalización que acompañaba el gobierno provincial, ha ido perdiendo envergadura y ha comenzado a limitarse a apoyos de tipo institucional respecto de los operativos de búsqueda de Maldonado.


En tiempos en que la pos verdad gana adeptos entre gobiernos y comunicadores amigos o empleados del establishment, la legitimación de estas ideas no resultan tan complicadas, si cuentan con el apoyo de buena parte de la población local. Cualquier apoyo social obtenido por estos medios sería reproducido y potenciado al infinito. 


La apuesta de fondo que estos sectores se plantean es revertir cualquier adhesión social a causas cuyos logros ya no pueden permitirse. Necesitan asegurar la seguridad territorial de las corporaciones. Ellos creen que ha llegado el momento de velar cualquier postal como la que ven cada vez que pasan a pocos kilómetros de la zona en conflicto, en otra porción de territorio recuperada pacifica y legalmente por la comunidad Santa Rosa Leleque a la multinacional textil Benetton. Y para lograr ese y otros objetivos necesitan crear un enemigo, que si es violento, mejor.

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La otra cara de la pos verdad impuesta es la que muchos estamos tratando de poner a la luz, a pesar del secreto de sumario.

Los testimonios de los integrantes de la comunidad que fueron victimas de la represión del 1 de agosto afirman que Santiago escapó a las balas igual que ellos y que la gendarmería lo detuvo y se lo llevó y desde entonces nada se supo de él.

Los testimonios en las causas de desaparición forzada son sustanciales para encontrar el rastro de la verdad y reconstruir hechos. Así nos lo enseña la amplia doctrina jurídica que no dejó como herencia eterna la lucha de los organismos de derechos humanos en la reconstrucción del genocidio de la dictadura cívico militar eclesiástica.
Los testimonios son fundamentales para recrear la vida del desaparecido. Por eso también algunos intentan deslegitimar y minimizar esas voces.

Uno de esos testimonios dijo que Santiago fue cargado en una camioneta y llevado con dirección a Esquel. Días atrás se corroboró una observación del defensor publico oficial: en los videos oficiales del operativo que se entregaron a la justicia aparece una camioneta que no fue denunciada como interviniente y que pertenece al escuadrón N° 37 de gendarmería nacional, con asiento en la localidad chubutense de José de San Martín (distante a más de 250 km del lugar) La camioneta fue peritada y se desconoce aún si el resultado arrojo algún rastro de Santiago, pero si se sabe que estuvo en el lugar y no la denunciaron.

Ese como otros datos van cerrando el cerco sobre la sospecha de la actuación ilegal del estado en la desaparición de Santiago Maldonado.

La familia, los amigos y la comunidad con la cual él fue a solidarizarse dicen que Santiago era un tipo amigable y soñador.

Ojala podamos reencontrarnos pronto con él.

*Por Francisco Peralta para Vó Vé./ Fotografía de portada: Veinticuatro/Tres.

Palabras claves: Santiago Maldonado

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