Dos años sin Laura Moyano: «No sólo peleo por Laura, peleo por todos los casos impunes»

Dos años sin Laura Moyano: «No sólo peleo por Laura, peleo por todos los casos impunes»
25 julio, 2017 por Redacción La tinta

Soledad Moyano tiene 33 años y es la menor de diez hermanos. Hoy integra y encabeza la Coordinadora que sigue pidiendo justicia por Laura, su hermana, quien fue brutalmente asesinada hace dos años en Villa Allende Parque, en el noroeste de la ciudad de Córdoba.

Por Diana Segado para La tinta

“Siempre decimos con mi familia que parece que la vida de Laura no tiene valor como la de los demás. Porque uno no tiene plata y no le puede pagar a ellos para que se muevan. Los pobres no tenemos los mismos derechos que otras personas. Yo creo que si una hija de la Fiscal o de alguno del gobierno se pierde, ya se sabría quién fue. ¿Qué diferencia hay?”. Además de pobre, Laura Moyano era trans y eso también la condenó a muerte, asegura su hermana. Tenía 35 años recién cumplidos esa madrugada del 25 de julio de 2015.

¿Por qué eligió el nombre Laura? “A ella le gustaba un tema de La Mona Jimenez, ‘Laura’. Y todo lo que salía de Laura le encantaba”.

(…) ¿Dónde estás ahora?
Que empiezo a extrañarte… demasiado
Acuéstate en mi cama, Laura,

Laura no esperes a mañana,
que el tiempo se escapa,
acuéstate en mi cama, Laura,
Laura, regálame una noche mas, regálame una noche mas (…)

***

Antes de empezar la entrevista con La tinta, Soledad advierte que seguro va a llorar. De hecho es así, avanza un poco en la historia y se emociona. “Ese sábado llegué a mi casa tipo 10 y me fijé si ella estaba en su pieza, en la cucheta de arriba, y no. Era raro porque siempre a las 6 de la mañana ya estaba, siempre volvía a dormir y si se quedaba en otro lado avisaba. Pensé que quizás la habían llevado presa, porque ella no andaba con documentos, andaba con una fotocopia. Pero era raro porque la policía la conocía del barrio. Era buena y no se metía en nada, ni con nadie”.

Laura salió a bailar el viernes a la noche. El sábado en la mañana, bien temprano, encontraron su cuerpo en una construcción abandonada.

“Fue la división Homicidios a mi casa, dos personas, tipo 11:30 y me preguntaron si teníamos un hermano travesti”. Los policías le describieron la ropa que llevaba el cuerpo, para descartar posibilidades. “Mi sobrina dijo que podía ser Laura, porque había salido vestida así”. Les explicaron que tenían que ir a reconocer el cuerpo. “Yo no voy a ir porque no puede ser, debe ser otra persona”, dijo Soledad.

Un primo tomó coraje, eran las 12:45. Una hora después volvió y confirmó que era el cuerpo de Laura. “Entonces yo le dije que se fijara bien, porque una no quiere aceptar que es tu hermana la que está ahí”, recordó.


Soledad recuerda que ese mismo día, cuando no habían confirmado aún si era ella, empezaron a circular por Whatsapp las fotos del cuerpo de Laura. “Queremos denunciar eso, porque mi papá vio esas fotos, toda mi familia. Queremos que investiguen quién fue. Para mi fue un policía, porque no dejan entrar a nadie ahí”.


Un año después del asesinato de Laura, murió su padre. Todos los días la nombraba y se preguntaba quién la había matado. Sufrió un Accidente Cerebro Vascular isquémico. “Los padres esperan irse primero y después los hijos. Imaginate el dolor para mi papá”.

Soledad describe su vida sin Laura como “durísima”. “Vos te levantas a la mañana y no la tenés. Comés y no está. Te vas a comprar y sabés que cuando volvés no está”. Por eso hizo un mural en la puerta de su casa con su imagen, para recordarla constantemente y que todos los que pasen la vean.

Laura

—¿Vos me vas a acompañar?
—¿A dónde Laura?
—A ponerme Laura Moyano.
—Pero si ya te llamas Laura Moyano.
—No, pero yo quiero el documento.
—Bueno, yo te voy a acompañar.

Cuando la asesinaron, ella estaba averiguando cómo hacer el trámite para un nuevo documento, con su identidad autopercibida.


“Era el pilar de mi casa, era una persona muy alegre. Ella me ayudaba un montón. Cuidaba a mis sobrinos, limpiaba casas, le cuidaba los enfermos a los vecinos, era muy solidaria”, describe Soledad.


Todo lo que cuenta se reflejó en las numerosas marchas que hicieron para pedir justicia, encabezadas por sus vecinos y vecinas que la recuerdan con mucho cariño también. “Laura era una persona muy amada, porque querida queda corto”.

Soledad cuenta que ella y sus hermanas y hermanos, tuvieron una crianza humilde, pero educados para no discriminar y compartir con las personas. “Cuando nos fuimos enterando de a poco cómo era ella, mis padres no le dijeron nunca nada. La quisieron como era, porque fue sincera en ese sentido, no se tapaba. Empezó a cambiar a partir de los 15 y a los 22 años ya era Laura”.

Recupera cosas sueltas, va y viene por la memoria, todos recuerdos lindos. Estaba cursando cuarto, quinto y sexto grado para terminar la primaria en una escuela para adultos. Cebaba unos mates riquísimos, “por ahí yo llegaba cansaba de trabajar y le pedía que hiciera unos mates”. Te hacía reír muchísimo, “por eso el dolor que tenemos, porque no podes creer que una persona así, tan alegre, tan feliz, fuera asesinada”.

La causa

El sábado 22 desde las 11 de la mañana, familiares y vecinos pintaron los carteles que rodean la esquina del descampado en el que la encontraron hace dos años. Soledad muestra en su celular fotos sobre cómo lo señalizaron. Para que todas las personas que pasen por allí, recuerden que no es cualquier esquina de Córdoba, es la esquina donde la encontraron asesinada a Laura. Y quizás si la gente no lo olvida, sean más para pelear porque el crimen no quede impune.

Ahora la causa está parada, ni el Estado ni la Fiscal a cargo, Liliana Copello, dieron respuesta aún. En un momento hubo un preso, luego fueron cuatro, pero no se encontraron pruebas suficientes y se los liberó. “A veces piensan ellos que nos vamos a cansar, o que vamos a dejar esto, yo no. Yo se la prometí a Laura, cueste lo que cueste”.

Soledad-Moyano-Justica-Laura-4

Nos falta Laura

Este martes, al cumplirse aniversario de su muerte, marcharán desde Colón y Cañada para decirle al Estado y a la fiscal Liliana Copello que se hagan cargo y busquen. “Villa Allende no es grande y a Laura la conocía todo el mundo. Es raro que no se sepa quién fue. No buscan, no investigan cómo tienen que investigar”.

Marchan para que la muerte de Laura no siga impune. A las 16:30 saldrá un colectivo desde la casa de Soledad, en Villa 9 de Julio, para llevar vecinos y familiares hacia el centro. Otros irán en colectivo y en autos. “Vamos a ser una multitud del barrio”. A las 17 concentran en Colón y Cañada, y marcharán hasta Patio Olmos.

Luchas

“Hay más Lauras y yo no quiero más. Necesitan vivir como son ellas, cada uno tiene derecho de ser lo que quiera”, explica Soledad. Si encontraran quién mató a su hermana y se hiciera justicia, ya no se quedaría quieta. “Seguiría luchando para apoyar a otras personas. Yo siempre lo digo, no sólo peleo por Laura, peleo por todos los casos que siguen impunes. Siempre digo que una mano lava la otra”.

Soledad muestra fotos en papel que trajo al encuentro, describe quiénes aparecen. Se seca las lágrimas, sonríe cuando se acuerda de cómo la hacía reír su hermana. Dice que se pone nerviosa cuando habla de Laura y por eso no se le entiende nada, pero fue muy clara: “Voy a seguir luchando para encontrar a la persona que la mató, aunque demore años”.

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*Por Diana Segado para La tinta / Fotos: Colectivo Manifiesto.

Palabras claves: Laura Moyano, travesticidio

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