Amenazan con desalojar la Biblioteca Popular Arturo Orgaz
La histórica Biblioteca Popular Arturo Orgaz corre peligro de desaparecer. La Justicia envió una intimación para desalojar el edificio que alberga un enorme acervo documental y donde funcionan decenas de talleres y cursos.
La Justicia Provincial dio curso a una intimación de desalojo contra la Biblioteca Popular Arturo Orgaz. En el pasado mes de mayo, el 8vo Tribunal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba aceptó la demanda presentada por la empresa S.A. Editora La Vanguardia para avanzar con el efectivo desalojo de las instalaciones donde funciona una de las bibliotecas populares con más trayectoria de Córdoba.
Tras la intimación de la justicia para desalojar el edificio, resulta poco claro el futuro que tendrá su enorme acervo documental y bibliográfico, como también el de los numerosos talleres populares y cursos que tienen lugar en ese espacio.
De acuerdo a la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), las bibliotecas surgen a partir de la iniciativa de un grupo de personas para ofrecer espacios de desarrollo de actividades culturales de diversa naturaleza, de lectura y extensión bibliotecaria en forma “amplia, libre y pluralista”. Así las cosas, su principal objetivo es esparcir tareas comunitarias de diversa índole, sobre todo en lo relativo a promover la lectura y talleres y cursos orientados a vecinas y vecinos, cuestión que es inescindible de su espíritu territorial .
Lo anterior se relaciona muy estrechamente con la historia de la casona ubicada en la calle Sucre al 474, en pleno centro de la ciudad de Córdoba.
La casona fue construida aproximadamente en 1900, en un estilo italianizante y aparentemente, siempre mantuvo una vinculación con las prácticas de alfabetización. Todo parece señalar que en ese lugar funcionó inicialmente una residencia de señoritas, muchas de ellas maestras normales egresadas del Colegio Alejandro Carbó. Hacia 1930, el edificio fue adquirido por el Partido Socialista luego de que un grupo de legisladores donaran sus dietas para tal fin. Se emplazó allí la “Casa del Pueblo”, como centro de educación y de culturalización para los afiliados al partido; al tiempo que funcionaba como espacio para reuniones políticas.
Fue muy frecuentado por Arturo Orgaz, figura crucial para el socialismo local y nacional, protagonista activo en el proceso reformista del `18 y referente de ámbitos de sociabilidad y asociativos tales como la Asociación Córdoba Libre y la Sociedad Georgista local; a la vez, propulsor del proyecto de Universidad Popular.
Orgaz militó en las filas del Partido Socialista desde el ´30 y llegó a ser legislador por la provincia y luego senador nacional. Su figura tiene especial importancia para la Biblioteca, ya que fue la familia Orgaz la que después de la muerte de Arturo, donó gran cantidad de material histórico que hoy conforma el acervo documental que posee la institución.
Esta colección particular se compone de más de 1500 textos con sus anaqueles respectivos y muebles que formaban parte del salón de estudio del fundador del Club Atlético Belgrano. Además, la colección se fue acrecentando tras la donación total o parcial de las bibliotecas personales de Francisco Pérez Marcén, Miguel J. Ávila, Abraham Waisman, Oscar Maldonado Carulla y Américo Ghioldi. A su vez, contiene series muy completas de las publicaciones periódicas La Vanguardia y La Tribuna, en parte porque este espacio funcionó como lugar de redacción e impresión de las mismas. La conservación de estos documentos ha posibilitado la realización de numerosas investigaciones y significa un acervo documental de alto valor, tanto para historiadores en particular como para la cultura cordobesa en general.
Además de la importante cantidad de documentación escrita que posee la biblioteca, se realiza una intensa obra comunitaria significativa, a través de los talleres y cursos que tienen lugar en este espacio . Así, la biblioteca es sede de una Escuela de Árbitros de Fútbol; se dictan talleres de danzas populares y folklóricas nacionales, de artes y artesanías, de guitarra y de canto, de memoria activa para adultos mayores, entre otros. A la vez, se brinda apoyo escolar destinado a niñas y niños de nivel primario y medio.
Se realizan, también, actividades en conjunto con la Universidad Nacional de Córdoba y otras instituciones educativas. En reiteradas ocasiones, fue la sede de los encuentros de la Federación de Bibliotecas Populares de Córdoba. En otras palabras, es un espacio vital de difusión de la cultura, de significativa labor en su espacio barrial a la vez que repositorio de parte de la historia política y cultural cordobesa y del país.
Debido a las sucesivas crisis políticas de nuestro país, la biblioteca estuvo en peligro en numerosas oportunidades. Durante la dictadura de Onganía, se impidió su desmantelamiento a partir de la decisión del Partido Socialista de ceder el inmueble a La Vanguardia S.A., empresa ligada a la actividad editorial del partido. Años después, en 1996, un grupo de personas consiguió tramitar la personería jurídica del espacio y tuvo lugar la escisión entre la biblioteca y el Partido, que finalmente trasladó su sede a la calle Chaco, en Barrio Alberdi, en el año 2003.
Sin embargo, ahora la firma S.A. Editora La Vanguardia ha elevado una demanda para el efectivo desalojo de las instalaciones y el pasado mes de mayo, el Tribunal Civil y Comercial de Córdoba dio curso a la solicitud.
Vecinas y vecinos del barrio, junto con organizaciones sociales e instituciones vinculadas a la cultura, exigen que se reconsidere el pedido de desalojo por parte de sus autores, exponiendo algunas de las razones, importantes, pero no únicas, para evitar que se atente contra uno de los patrimonios tanto materiales como simbólicos más importantes de la ciudad de Córdoba.
«Contrariamente a los procesos que venimos vivenciando de un tiempo a esta parte, proponemos y alentamos a procesos de revalorización de experiencias de este tipo, no sólo porque constituyen un valor en sí mismas sino porque propician el encuentro de la comunidad y promueven contactos y experiencias por demás interesantes», afirman.
* Por Redacción La tinta / Fotos: Colectivo Manifiesto.
