El aborto como problema de salud pública
Se dictará una cátedra sobre aborto en la Facultad de Medicina de Rosario, con el objeto de que las estudiantes se formen en torno a esta temática y al marco legal vigente en el país. Resistencias a la implementación.
La Universidad Nacional de Rosario tendrá la primera cátedra del país sobre aborto. La incorporación de la materia “El aborto como problema de salud” en la carrera de Medicina, fue aprobada por unanimidad en el Consejo Directivo de la Facultad. Será cuatrimestral y optativa y comenzará a cursarse después del receso de invierno.
La asignatura abordará el marco legal vigente en el país en materia de interrupción legal del embarazo (ILE), la reglamentación de la objeción de conciencia. Además, se recorrerá el proceso de atención de una mujer en situación de aborto en los diferentes niveles de atención, se analizarán y enseñarán las tecnologías médicas para la garantía de una ILE, ya sea con medicamentos o el procedimiento quirúrgico, y se incluirá la atención pos aborto y la consejería en métodos anticonceptivos.
La propuesta surge de la regional de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir de esa provincia. Este es un espacio interdisciplinario que se conformó en mayo de 2015 y en el que confluyen trabajadoras sociales, psicólogas, ginecólogas, médicas generalistas, clínicas, sexólogas entre otras especialidades, de todo el país.
Problema de salud
«El aborto es un problema de salud pública, de justicia social y sobre todo de derechos a la salud y de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos” destacó Raquel Tizziani, titular de la nueva cátedra. “Decimos que aborto es un problema de salud pública, porque el aborto es la principal causa de muerte materna. En el mundo se producen 22 millones de abortos inseguros, lo que provoca 47 mil muertes, de las cuales 9200 corresponden a muertes maternas en Latinoamérica y el Caribe (LAC) cada año” , agregó.
El aborto inseguro es la principal causa de mortalidad de las personas gestantes en Argentina. Existe gran desigualdad dependiendo de donde resida y de las condiciones de vida de la mujer, es decir Formosa y Jujuy tienen los índices más elevados, a diferencia de San Juan o Capital Federal.
El aborto inseguro no solo genera muertes, sino también complicaciones en la salud a quienes logran sobrevivir, muchas de las cuales como la esterilidad, tienen secuelas permanentes.
Este año, la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW por sus siglas en inglés); comité de las Naciones Unidas, exhortó a la Argentina a establecer un protocolo para el aborto no punible (ILE) , condenando que hasta que esto no se reglamente y homogenice a nivel nacional, no podremos hablar políticamente de estar haciendo verdaderos esfuerzos para trabajar sobre la violencia hacia las mujeres.
Los antiderechos dando la nota, como siempre
El miércoles 17 de mayo de 2017, la Nación publicó una editorial cuyo título y copete decía: “Cátedra sobre el derecho al aborto en Rosario – El derecho a la vida no debe ser vulnerado reduciendo esa práctica criminal a un mero ‘problema de salud'». Más abajo en la nota exponía: “Parece poco probable que se vaya a tratar lo que entendemos que es el auténtico meollo de la cuestión: el tema del niño que va a morir en el ser objeto del aborto y su necesaria protección. Tampoco se advierte la menor preocupación por los aspectos psicológicos que someterse a una práctica abortiva conlleva para el cuerpo, la psiquis y la sensibilidad de la madre, partiendo de la base de que la decisión de matar al propio hijo no deja indemne a nadie, como innumerables estudios han demostrado”.
Y continua: “Si de ética se trata, parece también difícil, sino imposible, evadir el tema moral: hay quienes consideramos una inmoralidad intrínseca privar de la vida a un ser indefenso, pues no hay eufemismo que disfrace tamaño crimen. Es pues muy difícil imaginar cuál será la perspectiva ética por transmitir a los futuros médicos rosarinos. ¿Qué podrá enseñar sobre la objeción ética de conciencia del profesional quien piensa que el aborto es nada más que un problema de salud? ¿O es que acaso se propone enseñar a matar en los claustros? El más elemental derecho, el derecho a la vida, no puede vulnerarse tan livianamente por unilateral decisión de unos pocos”, concluye.
Como si fuera poco, el decano de la Facultad de medicina recibió 10500 mails pronunciandose en contra del desempeño de la cátedra.
La reacción
La respuesta de las organizaciones sociales, políticas y feministas fue inmediata y contundente. Necesitamos que los profesionales de la salud se formen en esta temática.
El equipo latinoamericano de Justicia y Género (ELA) envió una carta al decano en apoyo y promoviendo que individual o colectivamente, se realice algo similar. La misma explicó:
“Desde 1921, Argentina adhiere a un modelo de indicaciones o permisos por lo que existen supuestos en los que el aborto se encuentra permitido y, por tanto, es legal. Así, no están penalizados los abortos practicados cuando la vida o la salud de la mujer están en riesgo o cuando el embarazo es producto de una violación. Además, el 13 de marzo de 2012 en el marco del caso ‘F., A.L. s/ medida autosatisfactiva’, la Corte Suprema de Justicia de la Nación se pronunció sobre el deber del Estado de garantizar el derecho de las mujeres a los abortos legales tanto por parte de las autoridades gubernamentales y judiciales como por parte de las/os profesionales de la salud que intervienen en estas situaciones.
Sin embargo, las mujeres que solicitan abortos legales aún encuentran innumerables barreras que obstaculizan el ejercicio de su derecho. Entre ellas, la falta de formación de profesionales respecto de los derechos de las mujeres, las causas de aborto legal previstas en nuestra legislación y la forma en que se debe garantizar ese derecho, es un aspecto de suma relevancia».
Por esta razón, se celebra la resolución del Consejo Directivo de la Facultad de incorporar una materia en la formación de profesionales de la medicina. La incorporación de esta materia implica un avance para el ejercicio efectivo de los derechos de las mujeres a la vez que brinda a profesionales de la salud herramientas concretas para garantizar estos derechos. El decano de la Facultad de Ciencias Médicas lo puso en palabras claras: «De hecho el aborto se practica, por eso es clave reconocer que se está ante una problemática de salud pública».