Juicio contra la protesta social
Este miércoles comenzó el juicio oral contra los militantes populares que ocuparon la Comisaría 24 luego de que un sicario de la Policía asesinara a uno de sus compañeros, Martín “Oso” Cisneros. Otro intento de criminalizar la protesta.
Los ojos están puestos sobre la reacción popular que permitió que Juan Carlos Duarte, asesino de Cisneros, fuera juzgado. Sin embargo, la razón del levantamiento popular sigue siendo opacada. Los militantes aclaran: “No fue la toma de una Comisaría, fue el asesinato de un compañero”.
Hechos
El 25 de junio de 2004 fue asesinado Martín “Oso” Cisneros en su propia casa de La Boca. La muerte de uno de los principales referentes del Comedor Los Pibes en manos de Juan Carlos Duarte no fue sorpresa, varios militantes venían recibiendo amenazas.
Duarte era conocido como el “Gordo colchones”, lideraba una banda que cometía ilícitos y se sabía que la Policía era su cómplice.
Cuando se conoció la muerte de Cisneros, se desató una pueblada en el barrio. Así se produjo la toma de la Comisaría 24, que protegía al “Gordo colchones”. A partir de esa reacción, Duarte fue apresado, juzgado y encarcelado.
Pero actualmente está libre, mientras los compañeros del militante asesinado son juzgados por la reacción que tuvieron hace casi 13 años.
Juicio
Este miércoles 19 de abril, el Tribunal Oral Federal Nº 6 dio comienzo al juicio oral contra los militantes sociales Lito Borello, Luis D´Elia y Luis Bordón, acusados por la toma de la Comisaría.
La causa está caratulada como “daño agravado por tratarse de bienes de uso público, en concurso ideal con atentado a la autoridad, daño simple en concurso con privación ilegítima de la libertad coactiva, amenazas con el objeto de obtener la concesión por parte de los poderes públicos”.
Este proceso se da en el marco de una creciente criminalización de la protesta social. Tal es así, que no sorprende el hecho de que aunque ocurriera en el año 2004, casi 13 años atrás, aún no haya prescripto. La defensa afirma que esta carátula no permite la prescripción de la causa.
El crimen es la protesta
Pero veamos, en relación a esto, el Código Penal dice en su Artículo 62: “La acción penal se prescribirá durante el tiempo fijado a continuación: 1º A los quince años, cuando se tratare de delitos cuya pena fuere la de reclusión o prisión perpetua; 2º Después de transcurrido el máximo de duración de la pena señalada para el delito, si se tratare de hechos reprimidos con reclusión o prisión, no pudiendo, en ningún caso, el término de la prescripción exceder de doce años ni bajar de dos años”.
Mientras tanto, el asesino de Cisneros está libre habiendo cumplido sólo tres cuartas partes de su condena, y sus compañeros aún siguen afectados por una causa que según dicen, no se extingue con el paso del tiempo.
Uno de los acusados y actual Secretario de Derechos Humanos de la Central de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Lito Borello, dialogó con FM Riachuelo y afirmó: “El juicio está encuadrado en la desesperada búsqueda del poder y del gobierno nacional de tratar de frenar la rebeldía natural que tienen nuestros pueblos, que no podrá ser sojuzgada”.
Fuente: Marcha