Preguntas
Por José Luis Aguirre.
Me pregunto si alguna vez fuiste a una marcha o hiciste huelga.
Me pregunto si sabrás lo que significa organizar una marcha, los volantes, los horarios, la familia, dejar los chicos, la nafta, el colectivo, los transeúntes, los negocios, los taxis, las puteadas, la sonrisa, hallar en la mirada de un compañero la esperanza, el valor, el temor al descuento. Pienso en los amigos.
Soy de preguntarme estas cosas, nomás.
No quiero que sientas que te ubico en ningún bando, no intento convencerte, charlemos nomás, para crecer.
Me pregunto estas cosas de la misma forma en que me pregunto: porqué hay gente que no apoya el paro y decide trabajar confiando en que así se saca el país adelante y no de otro modo, y trato de entenderlo y lo respeto. Pero me pregunto si alguna vez pensaste en que a nadie le gusta andar jodiendo a los demás, cortando rutas, dando que hablar en los noticiosos, provocando la vergüenza y el incordio en los que manejan las radios y cosas así.
Pregunto: a quién le gusta andar marchando bajo el sol ardiente de las capitales en vez de andar por el río, tomando mates, trabajando en algo que ama, criando hijos, lavando ropa, charlando con el vecino, terminar los detalles de la casa, leer, haciendo huevo, no sé, me pregunto.
Sé que hay cosas tan arraigadas en el ser, que son muy difíciles de modificar. Que traemos infinitos, historias, memorias, valores, oscuridades, que nos estructuran el pensar y nos definen. Pero también hay algo que constituye la humanidad y es la curiosidad, el preguntarse cosas, el buscarse, cuestionar.
Reflexionar implica un gasto de energía y por consecuencia uno recibe la gratificación al esfuerzo que es la propia verdad. Por eso me pregunto: ¿Qué es el trabajo? ¿Acaso el pensar no es un trabajo? ¿Y si es verdad que la gente marcha porque cree que así defiende su salario, su familia, a los que ama, a uno mismo? ¿Y si la gente marcha por que sabe que la única forma de luchar contra el poder que lo oprime es marchando juntos, como pueblo?
Sabés qué:
Cuando todo es tan engorroso que no se sabe bien quien es quien. Cuando la deshonestidad es moneda corriente y la buena intención vale oro, elijo creer en el compañero, marchar juntos.
Seguramente habrá preguntas que aún no me he hecho. Seguramente pecaré de ingenuo al creer en la gente de este país de mierda que nos ha tocado. Pero así lo quiero, con mierda y todo y lo marcho y estoy dispuesto a escuchar tus preguntas.
Ahora bien, me pregunto: si cuando caigan los salarios y los asalariados se peleen con otros asalariados por ocupar puestos de trabajo con sueldos míseros, por que no hay trabajo en ningún lado, ni posibilidad de elegir; si cuando lo más facil sea empuñar la violencia contra los cristales del supermercado o la señora que vuelve con la bolsa de las compras para conseguir comida; si cuando los pibes se merqueen más y más y salgan a rondar la noche, para huir de una realidad que no tiene futuro ni posibilidades para ellos y los de arriba larguen a sus perros de la oscuridad armados con sus autobombas y gases lacrimógenos, porque, esto no es algo que ya no hayamos visto; si cuando te despiertes temprano para trabajar y los clientes ya no atraviesen tan seguido las puertas de tu negocio, o tengas que marchar al extranjero…te preguntarás ¿Y donde está el trabajo?
* Por José Luis Aguirre