Cuestión de códigos
Este viernes se realizará la presentación de «Código de Convivencia de la Prov. de Córdoba Comentado» del juez Mario Alberto Juliano y Lucas Crisafulli. Compartimos el prólogo de «un libro necesario porque baja a la seguridad del patrullero y nos da las herramientas para exigir al poder político y judicial de Córdoba el respeto a la Constitución».
Por Horacio Javier Etchichury y Claudio Esteban Guiñazú
Este es un libro necesario. Lo estábamos esperando incluso antes de que la Legislatura cordobesa se decidiera a sancionar el vigente “Código de Convivencia”. Mientras la Unicameral se apuraba a incorporar modificaciones en el minuto 89, nosotros ya queríamos saber qué pensaban sobre el tema Mario Juliano y Lucas Crisafulli, los autores de este libro esperado y necesario.
Nos hace falta este libro para poder entender el derecho contravencional cordobés en su nueva encarnación. Para comprender qué formas tendrá la vida en los espacios públicos, qué papel jugará el poder punitivo. Para saber qué rol nos cabe a las personas que habitamos la provincia, que cumplimos cada día nuestra parte en la existencia común, y –especialmente- que sufrimos la aplicación de estos códigos. Y porque nos hacía falta este libro, lo esperamos.
Y hoy está aquí, y la (no tan larga) espera valió la pena. Porque Crisafulli y Juliano no sólo comentan con altísima solvencia el Código nuevo. También lo ponen en un marco amplio de estudio: lo conectan con el resto del sistema jurídico argentino, y también con las prácticas de ayer y las de hoy. Las prácticas que cada día están armando el texto material del Código, el que se encarna.
Crisafulli y Juliano han escrito este libro porque acompañan una lucha que lleva muchos años por mayores espacios de libertad e igualdad, disputada en el escenario conceptual pero también en las prácticas cotidianas. Una lucha inconclusa, que se expresa en los barrios, las casas y en la calle.
Este libro nos provee, en primer lugar, los principios generales para pensar la cuestión contravencional. Son los ejes de toda reflexión sobre este Código y cualquier otro de su clase: las bases que el derecho de la modernidad ha construido con el esfuerzo de los últimos siglos. Luego los autores nos invitan a leer este Código de Convivencia reconociendo las líneas que lo unen al resto de las normas del derecho argentino, empezando por la Constitución y los tratados de derechos humanos. Revisan la singular e incómoda “convivencia” del derecho contravencional con las líneas centrales del Estado de Derecho democrático.
Así podemos acompañar a los autores en el viaje que atraviesa de un extremo al otro el Código. Cada artículo es sede de una discusión y de una propuesta interpretativa. Es, en ese sentido, un cruce de caminos, y el libro nos ofrece la posibilidad de recorrerlos todos. Están las cuestiones sustantivas y las procesales, los derechos en juego y la ideología encubierta o enarbolada, los antecedentes y los peligros. Se oyen las palabras de un legislador en el recinto; pero más fuerte suena la angustiada denuncia de una madre ante la oficina municipal de derechos humanos.
La obra continúa con el análisis de la legislación complementaria, es decir, de aquellas normas que también regulan otras áreas del derecho contravencional, otros músculos del poder punitivo: las leyes sobre juegos de azar, uso de celulares, venta de uniformes policiales, entre otras. Con la misma atención y precisión, Juliano y Crisafulli revisan ese articulado, poniendo en juego los principios y las herramientas teóricas probadas en el recorrido por el Código.
Luego de un actualizado análisis de la jurisprudencia relevante en materia contravencional, el libro cierra con una reflexión sobre la noción de seguridad y las políticas públicas construidas en torno a ella. A través de un recorrido histórico, los autores disputan con energía los lugares comunes sobre la seguridad, y así buscan ofrecer en esta materia otro norte, o -como ellos dicen- otro “sur” que guíe nuestras decisiones como comunidad.
“Todo derecho en el mundo debió ser adquirido por la lucha; esos principios de derecho que están hoy en vigor ha sido indispensable imponerlos por la lucha a los que no los aceptaban, por lo que todo derecho, tanto el derecho de un pueblo, como el de un individuo, supone que están el individuo y el pueblo dispuestos a defenderlos” (Ihering, R. V., La lucha por el derecho, trad. de A. Posada, Ed. Doncel, Madrid, 1976, p. 46).
Crisafulli y Juliano han escrito este libro porque acompañan una lucha que lleva muchos años por mayores espacios de libertad e igualdad, disputada en el escenario conceptual pero también en las prácticas cotidianas. Una lucha inconclusa, que se expresa en los barrios, las casas y en la calle. Que vive en la prensa, las comisarías, los pasillos y las bancas de la Legislatura. Que nos interpela en las aulas, las camas de hospital y las barandillas de los tribunales. Los autores de este libro vienen siendo parte de esa lucha. Comprometidamente. Desde el comienzo se pusieron del lado de quienes pierden su vida, su libertad, su dignidad o su trabajo por aplicación de un derecho contravencional alimentado por tradiciones discriminatorias o violentas.
Este libro es necesario. Pone al derecho donde debe estar: como instrumento para proteger a las personas del ejercicio arbitrario del poder. Nos da las herramientas para exigir al poder político y judicial de Córdoba el respeto a la Constitución. Baja a la seguridad del patrullero, denuncia las fronteras invisibles en nuestras calles, obliga a pensar por qué permitimos o pedimos la exclusión.
Valió la pena esperar.
*Por Horacio Javier Etchichury y Claudio Esteban Guiñazú para La Tinta. Foto: Fotografía de Prensa.
Viernes 10 de marzo, 18:30hs, Salón Vélez Sarfield de la Facultad de Derecho – UNC.
