«El desmonte nos perjudica a todos»
Por Raly Barrionuevo para La Garganta Poderosa
Mi respirar estuvo y está ligado al monte. Y sé bien lo que significa porque soy hijo de campesinos. Es la música, es la historia, es la cotidianeidad. En definitiva, es la vida para un montón de personas.
Por eso, el intento de los legisladores cordobeses de reformar la Ley de Bosques y ampliar las áreas a desmontar, me pega, nos pega, muy duro. Y por eso, esta semana volvimos a marchar una vez más.
¿Alguien puede creer que hay que seguir depredando bosques nativos, cuando en nuestra provincia sólo queda el 4%? Al tener el suficiente poder adquisitivo, los interesados en desmontar pagan estudios que arrojan resultados a su favor. Y muchas veces, se terminan tomando en cuenta esas investigaciones, sin considerar las realizadas por entidades serias, nacionales e internacionales, que describen el verdadero daño provocado.
Como artista y ser humano herido por el desmonte, sólo pido que tomemos conciencia sobre esta lucha que nos atraviesa, y aprovecho para dirigirme a los legisladores: sean dignos del lugar que ocupan.
Los problemas que trae aparejados el desmonte son muy grandes y nadie se salva de eso. A muchos no les interesa si hay gente que debe vivir en la miseria, o que pierde su contexto de vida, su armonía, sus medicinas, sus yuyos. Sin embargo, el desmonte, como herramienta voraz del capitalismo, perjudica incluso a quienes tienen intereses en el negocio del agro, y a los que viven en la ciudad también, porque el cambio del clima, la escasez del agua y el perjuicio social lo sufrimos todos.
Hasta hoy, como sociedad nos debemos todavía un debate serio frente a este problema, porque este sistema es muy bicho y tiene demasiadas estrategias, que nos obligan a ser inteligentes en la resistencia. Ellos no paran, especulan, no tienen descanso. Entonces, nosotros tampoco debemos descansar.
Como artista y ser humano herido por el desmonte, sólo pido que tomemos conciencia sobre esta lucha que nos atraviesa, y aprovecho para dirigirme a los legisladores: sean dignos del lugar que ocupan.
Comprométanse con el pueblo, más allá de sus intereses particulares.
Si están en un cargo público, lo deben dignificar.
*Por Raly Barrionuevo para La Garganta Poderosa.