El relato del déficit fiscal
En campaña, Macri y sus aliados mintieron diciendo que el déficit fiscal de 2015 era 7%, para lo que inventaron una creativa manera de medirlo. Aún con su propio método de medición, el déficit de 2015 fue 4%, no 7%, confirmando lo que dijimos una y otra vez: no había ninguna crisis.
En el primer año de Gobierno, Macri aumentó fuerte el déficit, que terminó en 4,6%, aún con la inyección única de los ingresos del blanqueo. Sin computar esos ingresos, el déficit fiscal hubiera sido 5,7%.
Es decir, cumplieron su propia meta sólo gracias al blanqueo.
¿Por qué subió tanto el déficit si al mismo tiempo iniciaron el ajuste del gasto? Porque aunque gastaron poco, recaudaron menos. Y recaudaron menos porque provocaron una fuerte recesión con sus políticas económicas neoliberales.
Tarifazo, reducción de impuestos a sectores concentrados, paritarias a la baja, congelamiento de la inversión pública, apertura de la economía, devaluación y tasas altas. Aplastaron el salario, el empleo y el mercado interno.
Por eso ahora vuelven a cambiar el método de cálculo, como si cada ministro viniera con una fórmula, y vuelven a proponerse (otras) metas.
Lo cierto es que al macrismo no le interesa reducir el déficit, sino achicar servicios del Estado y que empresas amigas hagan sus negocios.
La mejor manera de tener cuentas públicas ordenadas es creciendo. Para eso es necesario un Estado que invierta en inclusión social.