Confesiones de un Gabinete “desbordado”
Hace cuatro meses Cambiemos pensaba en reducir ministerios en 2017 pero ahora alegan estar “desbordados”. Para optimizar controles resolverán de cada 100 temas cinco por día. Sucede que “están dolidos” ya que se perciben como errores “temas minoritarios”. Falta Comprensión: “nos exigen como si fuéramos Suiza”.
Siempre resulta importante leer los posicionamientos de cada medio de comunicación. Más aún de aquellos que no disimulan su línea editorial histórica, como puede ser el centenario diario La Nación.
«Nos llegan 100 temas para resolver por día. Tenemos que entender que sólo podemos resolver cinco. Cuando haces más de lo que podés, es cuando empiezan los errores»
En una de sus notas que formó parte de la edición del último domingo, las repercusiones de la turbulenta semana que tuvo que atravesar la gestión de Cambiemos (por el escándalo de la deuda del Correo Argentino propiedad de Macri y la rebaja del aumento jubilatorio) ameritaba una suerte de «explicación» y eso parece que buscó hacer el artículo titulado «El Gobierno revisará la toma de decisiones tras la serie de errores».
Sin embargo, las declaraciones de “uno de los principales asesores del presidente Mauricio Macri” le hicieron un flaco favor a los intentos de hacer comprensibles los ahora denominados “errores” de una gestión que ya supo utilizar el “aprender sobre la marcha”.
Cinco de cien
Según esta alta fuente en el Gabinete nacional están “desbordados” ante la cantidad de temas sobre los que intentan trabajar a diario: «Nos llegan 100 temas para resolver por día. Tenemos que entender que sólo podemos resolver cinco. Cuando haces más de lo que podés, es cuando empiezan los errores», dice el confidente de La Nación, a lo que agrega: «Eventualmente no haremos más de lo que se puede». Es decir, no más del 5% de lo que hacían hasta la semana pasada.
De acuerdo a esta idea el problema se debe a la multiplicidad de temas y la carga de trabajo sobre unos pocos funcionarios lo que permitió que fallaran los controles internos. Pero el propio diario publicó en octubre pasado que el Gobierno evaluaba reducir la cantidad de ministros y funcionarios para que “se conviertan en candidatos a senador o diputado para las elecciones legislativas de 2017”, aprovechando el capital político que tengan en sus territorios. Lo que antes sobraba parece que escasea por estos días.
Es más, la gestión de Cristina Fernández de Kirchner dejó 16 ministerios y Macri amplió esa cantidad a 20, sin contar al jefe del Gabinete, Marcos Peña, a sus secretarios coordinadores, Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, y al secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis. Incluso hay que sumar la división de Hacienda y Finanzas que se concretó en diciembre con la salida de Alfonso Prat Gay.
Pero en el Gabinete de Macri están molestos ante la incomprensión del método base con el que inició esta administración: un culto a la prueba y el error.
«Se están haciendo bien las cosas. Nos duelen las críticas, pero nos exigen como si fuéramos Suiza. Pareciera que es políticamente incorrecto que a Mauricio [Macri] le vaya bien. No nos reconocen una, estamos dolidos…», expresó la alta fuente gubernamental.
La frustración que parecen sentir en Cambiemos es hija de la falta de reconocimiento porque “de la enorme cantidad de temas que decidimos todos los días los que se perciben como errores son muy minoritarios, lo cual no quita que sea mejor evitarlos” y no se consideran cosas como «la salida del cepo, la baja de la inflación, la reparación histórica para los jubilados y la vuelta al mundo; todo en sólo 14 meses».
Los «errores» de Aguad
Este martes, el que deberá ofrecer algunos argumentos más complejos que estos es el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, quien fue convocado al Congreso a las 15, para someterse a las preguntas sobre el acuerdo con el Correo que le realizarán los legisladores que componen la comisión de Comunicaciones.
Difícilmente podrá salir airoso si alega que la cosa no es para tanto ya que no vivimos en Suiza o que se siente desbordado ante tanto trabajo, solicitando a la vez permiso para reducir el 95% de los esfuerzos que hasta la semana pasada ponía al servicio de los argentinos.
