Cómo los varones se ganaron el derecho para andar en tetas
En 1930 cuatro varones fueron arrestados por sacarse la camisa en una playa de Coney Island, New York. Luego en 1935 en Atlantic City, arrestaron a 42 hombres por hacer topless masivamente a modo de protesta. En las fotos antiguas van a ver sus pintoresca traje de baño enterizo. ¿Qué pasó desde aquel momento a hoy?
Por Redacción La tinta
Lo cierto es que solía ser ilegal para los hombres revelar sus pezones en público, pero después de una breve pelea y la atención de la prensa a finales de la década de 1930, el estado de New York reconoció que los pezones de los hombres ya no eran obscenos socialmente, sino más bien común y natural. De allí que exista la disparidad en la forma en que percibimos los pechos femeninos y masculinos. Aunque, vale aclarar, el exhibicionismo está penado pero en ningún lugar del artículo dice específicamente que está prohibido mostrar el pecho de la mujer.
¿Coincidencias?
A finales de la década de 1910 muchas piscinas públicas ordenaron que los hombres no llevaran trajes que se ajustaran demasiado a su cuerpo. Después en los años 20′, se introdujo una malla de dos piezas más apretadas.
Luego en la década de 1930, los pezones masculinos tuvieron su apogeo, en varias películas los varones mostraban sus pechos. Fuera de la pantalla también, los nadadores masculinos comenzaron a desobedecer intencionalmente la regla de cubrirse para ir a la playa. Después de una serie de multas, en 1937 un juez anuló las prohibiciones de Nueva York.
Aunque, incluso después de que el estado de Nueva York levantara su prohibición contra los pezones masculinos, los hombres sin camisa todavía corrían el riesgo de ser arrestados si eran percibidos como homosexuales. En 1947, por ejemplo, Harvey Milk se encontraba entre un grupo de hombres sin camisa y fue arrestado por exposición indecente en el Central Park, en cambio los hombres casados no fueron hostigados.
En general, la libertad de los hombres para andar con el torso desnudo fue una libertad ganada rápidamente, gracias en gran parte, a los funcionarios y jueces varones que empatizaban con las libertades y derechos masculinos.
Fuentes: LIDA y Stuff Mom Never Told You