Sobre cierta cobertura mediática del #tetazo

Sobre cierta cobertura mediática del #tetazo
16 febrero, 2017 por Redacción La tinta

Esta reflexión me surge a raíz de una nota de AméricaTV llevada a cabo por un periodista y un camarógrafo varones, que supuestamente fueron a cubrir el #tetazo. La nota giró -desde el comienzo- en torno a 3 o 4 varones acusados de provocadores por algunas de las mujeres comprometidas con el evento, quienes los echaron del centro de la concentración en el obelisco.

Mariano Eloy

Así, el tema que convocó al #tetazo (los 23 policías y 3 patrulleros que echaron a 3 mujeres de una playa en Necochea por hacer topless) no se tocó, quedando una vez más invisibilizado. El periodista se dedicó a cubrir si los varones podían o no participar: una vez más, los varones en el centro del mundo. Y esto queda bien claro en el título de la nota “tetazo: La guerra de los sexos”.

¡No! Ese titular merece el más enérgico repudio. Ni el feminismo ni el #tetazo tienen nada que ver con una guerra o con el odio a los varones. No hay un “feminismo bien entendido” como decía un varón entrevistado que se atajaba por las dudas, lo que hay -como en todo movimiento o grupo- son diferencias, tácticas, emociones, errores, aprendizajes, correcciones, discusiones, etc. Ello me llevó a pensar: ¿por qué se pone el foco en esos varones echados de una concentración de mujeres?

Charlando con un amigo sobre esta cuestión, me dijo algo que comparto: “los medios de comunicación tienden a reproducir los valores de la cultura dominante, y cuando se cuestiona esa dominación o se ponen de manifiesto sus límites, los medios reaccionan atacando, ridiculizando o marginando (o las tres cosas juntas)”.

Como feminista estoy convencido que si los varones queremos acompañar, lo cual debemos hacer, es necesario que sea respetando lo que las compañeras decidan, aunque no estemos del todo de acuerdo. No tenemos que meternos siempre en todo, y en particular cuando las mujeres se organizan y se movilizan, es pertinente que seamos doblemente cuidadosos para aportar al avance de la causa, y no dar posibilidad a alimentar lo que las cámaras buscan.

Quizás la intención de varios de esos varones echados fue buena, o quizás fueron a mirar tetas nomás, o peor: a provocar y manosear, como leí de chicas presentes. ¿Ellas cómo lo saben, si al acercarse el pibe las desafía y no se quiere correr?

Toda la semana hubo amenazas y hasta se crearon eventos públicos como “tocada masiva de tetas”, o “#chotazo” (desconociendo que las tetas no son genitales) y me pregunto otra vez: ¿por qué de eso no hablan los medios? ¿Por qué eso no se repudia? Como varón, si realmente acompañas al reclamo, lo mejor es moverte a un costado y ponerte a disposición, sobre todo si las compañeras necesitan tranquilidad de que no haya provocadores. Sabiendo eso, lo mejor que podemos hacer es darles esa tranquilidad, y acompañar aquello que ellas decidan.

“¿Alguien quiere pensar en los niños?”

Con respecto a lo que pasó en la playa necochense y motivó el #tetazo, podríamos analizar históricamente el tema de la moral, el control de los cuerpos, el espacio público y la función de la policía. Pero más sencillo es comenzar por desarmar nuestros prejuicios que asimilamos desde la cuna (si tuvimos) al ver lo que las personas mayores hacían, decían, salía en la tele, etc.

Creo que podemos empezar justamente por dejar de usar a los chicos y chicas como excusa para lo que nos molesta. Es un discurso bien repetido ese de que el problema es lo que verían las personas pequeñas, cuando en rigor no tienen nada que temerle a una teta… ni se quejarían, ni dirían nada.

Los que tenemos problemas con las tetas al verlas como un objeto sexual somos las personas adultas, no las criaturas. Ellos no tendrían ningún problema con ver tetas si no reprodujéramos los prejuicios morales que tenemos. Además, ni siquiera estamos hablando de una vagina o un pene, estamos hablando de tetas, no de andar en bolas o desnudos. Tetas y pezones. El equivalente de la teta de la mujer, es la teta del hombre.

Por otro lado, hace algunas décadas, cuando las mujeres no podían mostrar ni las piernas, también estaba prohibido que los varones mostraran las tetas en las playas. ¿Cómo se levantó esa prohibición? A través de varias luchas por ello, luego de que algunos varones fueran multados y encarcelados. Lo que es moralmente incorrecto en un momento por razones arbitrarias, cambia cuando hay personas que enfrentan dichas razones. De aquí surge la importancia de revisar nuestra postura respecto de lo que pasó en Necochea (los 3 patrulleros y 20 policías por 3 pares de tetas).

¿No nos da nada que pensar el hecho de que los varones podamos andar en cuero mostrando las tetas y para una mujer esté censurado, venga la policía, y sea necesario discutirlo tanto? ¿No sería mejor dejar de lado los prejuicios, aceptar que ellas también puedan andar sin remera, y que la policía deba ir a perseguir a los verdaderos delincuentes en lugar de hostigar a 3 mujeres? (si esa fuera su verdadera función, claro).

Como sociedad esto es lo que tenemos que hacer en lugar de llamar a la Policía. Y sobre todo nosotros los varones, victimarios la mayoría de las veces: sentarnos a pensar y charlar sobre nuestra situación y sobre la de las mujeres. En este caso concreto podemos ver uno de tantos privilegios: nosotros podemos andar en cuero y ellas no. No me gusta tener ese privilegio, y menos me gusta que “vecinos” llamen a la policía si una compañera quiere sacarse la remera para tomar sol, para estar más cómoda, o porque “se le cantaron las tetas”.

Es muy hipócrita todo esto en una sociedad donde la mujer es exhibida como un objeto sexual todo el tiempo, en carteles, revistas y tv.

“Feminazis”

Por lo general, junto con estos temas aparece la palabra “feminazis”, utilizada por varones en su mayoría, pero también mujeres que a veces sólo no están de acuerdo con la forma, y otras veces no están de acuerdo con nada de los reclamos de las mujeres. Es tomar por feminismo una postura de algunas pocas mujeres, y generalmente quienes lo usan no conocen mucho sobre la cuestión de género, ni de teoría feminista, ni suelen charlar con muchas personas feministas cara a cara. Además, ¿cuál sería el genocidio equiparable al nazi que cometieron estas mujeres? ¿Gritar, pintar una pared, mostrar una teta?

Algunas personas suelen usarla para referirse a lo que en sus límites actuales son vistas como “extremistas”, pero la mayoría suele usarlo en forma misógina y de manera más reaccionaria aún, acompañando un discurso, a veces consciente y otras tantas de forma inconsciente.

Como en todo movimiento, existen tensiones y diferencias a su interior. El movimiento feminista no sólo no es la excepción, sino que cuenta con una vida propia impresionante. ¿Todas -o la mayoría- de las mujeres fueron violentas? Si la gran mayoría de mujeres hubiera querido echar a todos los varones, lo hubieran hecho fácilmente. Ahora, existen mujeres que consideran que los varones en ese momento concreto no teníamos nada que hacer ahí, y yo comparto la posición de las compañeras.

¿Por qué? Porque de lo que terminamos hablando es: o de una minoría que, a veces con razón, otras veces quizás no, pierde la paciencia. O terminamos hablando de… “Los varones”. Y ayer, al igual que en las concentraciones del #niunamenos, la idea es visibilizar la problemática de las mujeres, personas trans y otras subjetividades que no se ajustan a las normas que exige e impone la masculinidad hegemónica. Problemas que los varones no sufrimos: como por ejemplo que nos pregunten cómo estábamos vestidos si nos pasa algo, o que, como en este caso: venga la policía si mostramos las tetas.

Por Mariano Eloy / Foto: Emergente

Palabras claves: Géneros, piquetetazo

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