El agua y la desidia
Se cumplió un año de la gran inundación en Villa El Chaparral y dos familias del lugar podrían quedar en la calle “por falta de voluntad política y violando un acuerdo”.
El 7 de febrero de 2016 los vecinos y vecinas de la Villa ubicada en el Barrio Güemes de la Ciudad de Córdoba, sufrieron una inundación que no fue la primera, pero sí la más grave. Aquel día y por las lluvias persistentes, creció y se desbordó un canal que atraviesa la zona. En cuestión de minutos, en el interior de algunas casas el nivel del agua superó el metro. Unas 60 familias se vieron afectadas, con enormes pérdidas materiales, e incluso con la pérdida total de una vivienda con daños estructurales irreparables.
En su momento, el acuerdo de las familias con el gobierno provincial fue que los que habían perdido sus casas iban a poder alquilar otra hasta la re-localización o la solución de fondo del problema.
Los vecinos denuncian que desde enero el Ministerio de Desarrollo Social no está pagando las cuotas del alquiler de dos familias en esta situación. Entonces, reclaman que «dos familias trabajadoras, con siete pibes pueden quedar en la calle, por falta de voluntad política y violando un acuerdo”.
Levantarse
En este contexto, el sábado se inaugura un salón en el barrio, construido de manera conjunta entre integrantes de la Casa Popular Carlitos Reyes y otros vecinos y vecinas de la villa. “La idea es hacer algo lindo, que de vida, donde hubo tanta tristeza y pérdidas hace exactamente 12 meses” declaró uno de los organizadores.
Hace un año la lluvia puso en evidencia la situación de déficit crónico de viviendas, las pésimas condiciones ambientales y la ausencia de servicios públicos en El Chaparral -donde no hay formalmente suministro de energía eléctrica ni agua corriente-, además de la falta de previsión con respecto a fenómenos como las inundaciones. La situación actual deja ver la inacción por parte del gobierno municipal y provincial, a la que ya nos tienen acostumbrados.