“En el hacer, vamos pensando la profesión”
La combinación perfecta entre arte, sentipensares, utilidad y tierra.
Casiopea es un taller que tiene como eje principal producir objetos utilitarios con cerámica. Pero también investigan pastas, esmaltes, minerales, diseñan, dictan clases y seminarios, hacen muestras y ferias.
Si les preguntas a ellos dicen: “Casiopea somos dos personas que trabajan la cerámica”, ni más ni menos. Esas dos personas son Sol Carranza y Luciano Giménez. Ambos creadores de un producto que tiene características determinadas que lo hacen único.
El equilibrio entre una producción seriada, y una limitada y especial. Cada cerámica está ilustrada una a una, a mano y posee una especial decoración que no se repite.
De hecho, mirando los objetos notamos que son cuidadosamente pensados desde la función hasta la estética, con un acabado perfecto y una decoración artística. Ellos mismos explican que la intención es mantener “el equilibrio entre una producción seriada, y una limitada y especial” e inclusive “cada cerámica está ilustrada una a una, a mano y posee una especial decoración que no se repite”.
A partir de mirar su trabajo, la pregunta se hace inevitable, definir si son más bien artistas o artesanos. Ellos responden seguros: “Nos sentimos personas de oficio, y eso nos es muy placentero. No nos interesa ninguno de los dos títulos, nos preferimos ceramistas”.
“La cerámica es muy noble y libre en este sentido, porque es para nosotros, un limbo entre el eterno conflicto arte y artesanía. Esta viejísima disciplina siempre se mantuvo en el medio” explican. Según cuentan «la cerámica siempre fue objeto de uso -doméstico o ritual-, pero a la vez siempre tuvo intención estética”.
Un viaje
Pero Sol y Luciano no llegaron aquí así como así. En 2014 realizaron un viaje en bicicleta, visitando países latinoamericanos con la cerámica como eje y punto de partida. Recorrieron y realizaron un relevamiento de productores, investigadores y docentes que trabajan, significan y construyen la cerámica contemporánea de América Latina.
Tenían la intención de sentar las bases de una red de cooperación de la cerámica para conectar y trabajar en conjunto, con la seguridad de que la profundización de los lazos entre los ceramistas de distintos puntos puede fortalecer una concepción regional, creativa, amplia y flexible del oficio. Así, en la web que destinaron al viaje y que llamaron Ciclopea, hay imágenes de los talleres que forman parte de esta red.
Cuentan que “el viaje fue, a nivel profesional, un viaje de estudio en el que aprendimos muchísimas cosas de este oficio, no tanto a nivel técnico, pero sí a nivel taller, producción, uso de recursos, formas de trabajar, de mostrar, de comercializar y de vivir”.
Uno de los desafíos fue combinar movimiento y cerámica, “hicimos cerámica siempre que pudimos, en los talleres que abrían las puertas o en los que había afinidad. E íbamos haciendo mini-piezas y joyas cerámicas y trasladándolas”.
De hecho, el año que viene tienen pensado hacer una muestra de estas piezas y una publicación que reúna el viaje como experiencia y como relevamiento de ceramistas.
Trabajan desde hace diez años este oficio, con el espíritu siempre de en el hacer, ir pensándolo. “Juntos creamos una línea de cerámica utilitaria, que nos permite vivir de forma autogestiva, creativa y feliz”.
Lo que está detrás de esta forma de vida ellos lo explican así: “trabajar con tierra, en un sentido muy amplio, es algo muy maravilloso y sanador. La sensación de estar jugando nunca desaparece del todo, y el placer de transformar la materia, mezclándola y cocinándola es algo muy gratificante”.
Laprida 750 Bº Observatorio.
Horario: lunes a viernes de 9 a 13 y de 15 a 20.
Horario especial fin de año: jueves 22 y viernes 23 todo el día. Y sábado 24 hasta el mediodía.
Más info en la web de Casiopea Cerámica y en su facebook.com/casiopeaceramica.