La grandeza según San Marino
¿Un pequeño país de 32 mil habitantes y 61 km2 puede tener una selección de fútbol? San Marino, el eterno perdedor, comparte grupo con Alemania en las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018. El viernes los campeones del mundo los golearon 8 a 0. A la humillación deportiva le siguió la verbal: «Jugar contra San Marino no tiene nada que ver con el fútbol profesional. No entiendo el sentido que tiene jugar partidos así».
El pasado viernes 11 de noviembre los últimos campeones del Mundo tuvieron que enfrentarse al seleccionado de San Marino, por las eliminatorias de la UEFA para el próximo Mundial. Enfrentarse es una manera de decir. Alemania aplastó por 8 a 0 al combinado del pequeño país de europeo.
Tras el baile, Thomas Müller realizó declaraciones que fueron recogidas por el diario Daily Mail y disparadas contra el orgullo futbolístico de la Serenísima República de San Marino: «Jugar contra San Marino no tiene nada que ver con el fútbol profesional. No entiendo el sentido que tiene jugar partidos así».
No sólo eso, Müller también dijo que esta clase de partidos contra este tipo de equipos terminan siendo “un riesgo innecesario” para jugadores de su calidad.
Luego de semejante ninguneo, esta semana, el director deportivo de la Federación de Fútbol de San Marino, Alan Gasperoni, le contestó al delantero del Bayern Múnich a través de una carta abierta donde expuso diez razones por las que el desproporcionado choque sirvió para algo:
1. Sirvió para mostrar que ni siquiera ante equipos tan pobres como el nuestro puedes marcar un gol.
2. Sirvió para dejar claro a tus dirigentes (incluso a Beckenbauer y Rummenigge) que el fútbol no es propiedad suya sino de todos los que lo aman, entre los cuales -guste o no- estamos incluidos.
3. Sirvió para recordar a cientos de periodistas de toda Europa que todavía hay chicos que persiguen sus sueños.
4. Sirvió para confirmar que los alemanes nunca cambiarán y que la historia les ha enseñado que el ‘bullying’ no siempre es garantía de victoria.
5. Sirvió para mostrar a los 200 chicos de San Marino que juegan al fútbol que sus entrenadores tienen razón cuando les dicen que trabajen duro. Tal vez su esfuerzo se verá recompensado con jugar un día contra los campeones del mundo.
6. Sirve a su Federación (y también a la nuestra) para recaudar dinero de los derechos de imagen con el que además de pagarte, pueden construir campos de fútbol y escuelas para los niños del país y hacer estadios más seguros. Te voy a contar un secreto: nuestra Federación está construyendo un nuevo campo de fútbol en un remoto pueblo llamado Acquaviva. Se puede construir con seis meses de tu salario, pero lo haremos con los derechos de imagen de 90 minutos de partido. No está mal, ¿verdad?
7. Sirvió para que un país que es tan grande como su estadio de Múnich tuviera una buena razón para disputar un partido de fútbol.
8. Sirvió para que tu amigo Gnabry anotara tres goles en su debut con la selección alemana.
9. Sirvió para que algunos sanmarinenses se alegraran un poco al recordar que tenemos un verdadero equipo nacional.
10. Sirvió para que te dieras cuenta de que aunque te pongas las botas Adidas más bonitas debajo llevabas igualmente unos calcetines blancos.