Corrientes: se tiñe de represión el camino al Encuentro Nacional de Mujeres
En la ciudad de Corrientes Capital, manifestantes de la Federación de Organizaciones de Base que se encontraban reclamando por transporte para viajar al XXXI Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) en Rosario, fueron reprimidas por más de cincuenta efectivos policiales, infantería y grupos de tareas especiales, según declaraciones de uno de los afectados a La Tinta.
Esta mañana a las 9 se movilizaron mujeres, niños, niñas y hombres hacia el puente General Manuel Belgrano, que une la ciudad de Resistencia (Chaco) con Corrientes (en la provincia homónima) para manifestarse ante el Gobierno Provincial reclamando por transporte para realizar el viaje al XXXI ENM. El mismo tendrá lugar el próximo fin de semana en la ciudad de Rosario, Santa Fe. Entre los reclamos, también se solicitaba al gobierno provincial alimentos para niños que asisten a distintos comedores comunitarios.
La respuesta no se hizo esperar, aproximadamente una hora después de comenzada la manifestación, más de cincuenta efectivos, entre ellos policías de fuerzas especiales e infantería, reprimieron y desalojaron con balas de gomas a los y las manifestantes, arrastrando a mujeres de sus cabellos y dando golpizas.
El desalojo estuvo bajo las órdenes de Juan Carlos Álvarez, Secretario Privado del gobernador, lo que deja concluir que la orden no provino de un fiscal de instrucción sino de órdenes políticas de la secretaría de gobernación.
Más de diez mujeres fueron llevadas detenidas a la comisaría segunda. Cuando el resto de los manifestantes se dirigieron a la comisaría a exigir la libertad de las presas y averiguar su situación, una nueva orden represiva se desató, provocando corridas y nuevas detenciones. Al momento, dos abogados se han acercado a conocer la situación de las detenidas. Todavía no se sabe las causas por las que se las imputan, hay negación de información de parte de la policía y tampoco hay certezas sobre el total de detenidos.
El testimonio entrevistado manifestó que se encuentran refugiados en los barrios, con miedos de próximas órdenes de detención y con necesidad de saber la situación de las presas, ya que algunas de ellas se encuentran con problemas de salud que deben ser atendidos con urgencia.
