Goodbye Lineker, goodbye refugiados
Desde el canal público británico (la BBC), el exdelantero Gary Lineker denunció la sobredosis de xenofobia que hoy se respira en Inglaterra. El Gobierno ya cerró sus puertas al ingreso de niños refugiados y a él lo invitaron a irse de la señal. «Tiene que decidir si es un activista político o un periodista”, exigió un diputado.
Tenemos que decir que Gary Lineker nos cae bien. Sí, ese delantero inglés que jugó el mítico partido entre Argentina e Inglaterra en México 86. El mismo que puso el 2-1 y que casi convierte el empate si no se hubiera metido en el medio la nuca del Vasco Olarticoechea.
Admirador de Maradona (al igual que todos los ingleses de aquel plantel, menos los rencorosos Terry Butcher y Peter Shilton) el exfutbolista hoy es un popular comentarista de la BBC de Londres y desde allí suele disparar como lo hacía cuando estaba de frente al arco.
Desde la votación a favor del Brexit las políticas conservadoras de Gran Bretaña se han extremado. Entre ellas las decisiones en materia de inmigración y en especial aquellas relacionadas a la situación de emergencia que atraviesan los refugiados sirios.
Este martes, el gobierno británico informó lo que ya era más que un rumor en los medios de comunicación: se dejará de recibir a niños provenientes de “La Jungla”, un campamento ubicado en la localidad francesa de Calais, luego de que François Hollande decidiera desalojar y desmantelar el lugar donde habitaban más de 7 mil personas con la esperanza de ser recibidas por alguna nación.
Mientras la discusión era instalada en la opinión pública, Lineker cruzó a los legisladores de la ultra derecha que intentaban fundamentar sus ideas de exigir «controles de dientes» y de «densidad ósea» para garantizar que sean niños y no adultos los que ingresaran al país.
“El tratamiento de algunos hacia estos jóvenes refugiados es terriblemente racista y totalmente sin corazón. ¿Qué está sucediendo en nuestro país?”, disparó el exjugador en su cuenta oficial de Twitter.
El mensaje dirigido hacia la clase política y los medios no tardó en tener respuesta: “Si el señor Lineker quiere ser portavoz de los Liberales de izquierda que lo haga, pero sáquenlo de MOTD (Match Of The Day – BBC)”, pidió el político y economista de derecha Patrick O’Flynn. El diputado conservador Alec Shelbrooke exigió: «Tiene que decidir si es un activista político o un periodista deportivo de la BBC».
The Sun, uno de los medios amarillistas de más popularidad también lo cruzó: “¿Cuántos vas a acoger en tu casa, Gary? Es muy fácil criticar a un compañero y llamarle racista cuando se tiene una fortuna”. Además de sumarse al pedido para que lo despidan de la BBC, el diario sensacionalista sacó el 19 de octubre como noticia de tapa la foto de un supuesto “niño refugiado de 30 años”. En poco más de dos meses el diario pasó de llamarlo al delantero inglés “leyenda de Inglaterra” a “izquierdista”.
Mientras la discusión subía de tono, ayer la ministra del Interior, Amber Rudd, informó las razones por las que se ha decidido cerrarles las puertas a los menores refugiados: dejar de fomentar que los niños se aventuren en un arriesgado viaje a la ciudad francesa.
Tozudo e irónico, como siempre lo fue, Gary respondió a la ola de ataques: «Me maravilla cómo hay gente que por la mera casualidad de haber nacido en un sitio se cree superior a otros».