Tucumán: cura que había denunciado al narcotráfico apareció muerto
El párroco Juan Viroche apareció colgado en su casa. Realizó varias denuncias contra bandas de narcotráfico y había recibido amenazas.
Juan Viroche era el párroco de Nuestra Señora del Valle de La Florida, en Tucumán. Tenía 46 años, había encabezado varias marchas contra el avance del narcotráfico en esa localidad y otras ciudades de la provincia. También denunció cuál era el modus operandi de las bandas que cooptan a jóvenes de familias de bajos recursos, para el comercio ilegal.
La Florida es una localidad ubicada a unos 70 kilómetros al este de la capital tucumana y el miércoles por la mañana el cuerpo de Viroche fue hallado por agentes de la Departamental Regional Este de la Policía de Tucumán. Viroche estaba ahorcado dentro de su casa que está en el mismo predio que la iglesia que tenía a su cargo.
Desacuerdos
El fiscal general de Tucumán, Gustavo Gómez, dijo que él no creía que se tratara de un suicidio y declaró que «esto se podría haber evitado si se hubiera atendido todo los temores del cura» por las amenazas que había recibido. De hecho, tenía pendiente un pedido al arzobispado para su traslado.
Gómez insistió en descartar la hipótesis de suicidio: «No era un sacerdote común, estaba comprometido con la vida. Pensar en un suicidio me parece inconcebible».
Por otro lado, Diego López Ávila, fiscal que investiga la muerte, dijo que todo indicaría que se trató de un suicidio. Ávila afirmó que «todo inclinaría a pensar, por lo que indica el estudio forense, que este caso se trata de un suicidio. Sin perjuicio de ello, realizadas todas las medidas de conservación de pruebas que pudiera haber en el lugar, hemos ordenado que se realice una autopsia», explicó a través de radio Continental Tucumán.
López Ávila sostuvo que «desde un primer momento a este caso se lo ha trabajado con la premisa de que se trataba de un homicidio y no de un suicidio, es decir que se le dio intervención a personal de Criminalística». También comentó que «lo primero que se advierte es que en el lugar donde esta persona falleció no había signos de violencia; que la puerta estaba cerrada y había sido trabada por él desde adentro con un mueble; mientras que las otras aberturas del dormitorio por donde alguien podría entrar o salir estaban todas cerradas desde el interior».
Agregó «no hay indicios de violencia en el cuerpo que hayan hecho suponer que podría haber tenido algún tipo de altercado con alguien», aunque según los investigadores en el dormitorio donde lo hallaron estaban sus pertenencias desparramadas por el piso.
El fiscal aclaró que «lo principal en este caso es establecer si hubo izamiento, que es cuando alguien quiere hacer suponer que alguien que está colgado se ahorca tirándole de las piernas hacia abajo para que se produzca una presión sobre el cuello. Cuando está izado es porque hay un homicidio, dado que se trata de hacer figurar que hubo un suicidio cuando en realidad no lo fue”.
Por su parte, el arzobispado provincial precisó en un comunicado que aguardan “un pronto esclarecimiento del hecho y confiamos en la acción de la justicia con la que, desde luego, colaboraremos en todo lo que dependa de nosotros”.
Era un sacerdote conocido en el lugar porque en los últimos años había realizado varias denuncias contra organizaciones vinculadas con la venta de drogas que operaban en la zona. Por eso era muy querido por los vecinos y vecinas, y solía pedir en sus misas que todos colaboraran para tener un pueblo sin drogas ni robos.
Marcha para pedir justicia
A través de las redes sociales cientos de fieles despiden al padre Juan Viroche. En Facebook los vecinos y amigos del sacerdote expresan tristeza, bronca y destacan el compromiso y el trabajo que desarrollaba en contra de las drogas y de la inseguridad en su comunidad.
Asimismo, convocaron a una Marcha de silencio rezando el rosario, para hoy jueves a las 19 frente a la Catedral. Marcharán alrededor de Plaza Independencia para pedir justicia por el Padre Juan Viroche y todas las víctimas de la droga y el narcotráfico.
