Kaepernick, el nombre de la causa
A Colin Kaepernick su apellido ya no le pertenece. Es sinónimo de una causa que revolvió uno de los temas más urticantes de la sociedad norteamericana: el racismo y la violencia policial contra los negros. Mientras recibe amenazas de muerte, niños blancos y negros de 6 años imitan su protesta contra el himno nacional y la bandera.
La bomba Kaepernick no para de estallar y esparcir sus esquirlas. Lo que empezó como una rebeldía individual, solitaria y bastardeada por propios y ajenos terminó reproduciéndose como la peste.
Hace una semana citábamos la osadía de Colin Keapernick, el quarterback de los San Francisco 49ers, equipo de fútbol americano de la NFL norteamericana. Allí dimos cuenta del germen que había comenzado a fecundarse en plena campaña presidencial.
En solitario, hace poco más de un mes, esa mega estrella del deporte más amado de los yankees se atrevió a quedarse inmóvil, sentado y en silencio ante el himno nacional y la bandera de su país. Su quietud revolvió el estómago y el cólera de una sociedad que mira sentada cómo los negros siguen siendo asesinados por la policía.
Hoy, Kaepernick es bandera. Su camiseta no para de venderse. Celebridades negras y mestizas se suman a su protesta y los niños la imitan. Colin ya es un peligro y numerosas amenazas de muerte se lo han hecho saber: «Si algo así llegara a suceder, demostrará mi punto».
La bandera tachonada
“The Star-Spangled Banner” es el nombre del himno nacional estadounidense. Su traducción más fiel sería algo así como: “La bandera tachonada de estrellas”. Aparece sobre el final del himno y sería el equivalente argentino del “oh juremos con gloria morir”, ese momento en el que el más añejo sentimiento nacionalista nos obliga a inflar el pecho.
Es allí, sobre el final, y cuando el éxtasis toma poder del público, que todos ven a Kaepernick una vez más arrodillado, silencioso e incrédulo de todos aquellos valores que enuncia la letra patria.
Tras recibir la invitación de Donald Trump para que se mude de país, las manifestaciones de rechazo a la protesta partieron desde los abucheos en los estadios hasta las amenazas de muerte que admitió el deportista esta semana.
Según The Counted (el contador de homicidios en manos de policías que lleva el diario británico The Guardian), desde que Colin comenzó su protesta a mediados de agosto, 40 negros y latinos fueron asesinados por la fuerza. El más reciente y resonante fue el de Terence Crutcher.
«Será revelador lo que ocurra con el oficial que lo mató. Ellos mataron a tiros a un hombre y caminaron alrededor como si no fuera un ser humano», protestó este martes el jugador. Al ser consultado por las amenazas de muerte que recibió, fue certero como sus lanzamientos: «Si algo así llegara a suceder, demostrará mi punto. Será claro por qué sucedió».
Cuesta creer que Colin sea asesinado por un fanático nacionalista en los próximos días y menos en manos de la policía. En una película de Hollywood sucedería sin lugar a dudas y la escena sería acompañada por el himno, mientras Obama da un discurso en su funeral. Pero fuera de ese mundo, es decir, en este mundo, la bandera yankee sigue flameando y tachonando nombres como el de Crutcher.
Los Kaepernick
Colin ya habla como quien sabe que su apellido no le pertenece. Es sinónimo de una causa y si “algo así llegara a suceder”, otros Kaepernick tomarán la posta, usando su jersey y el número 7, el más vendido de la temporada.
No hay dudas que el “efecto Kaepernick” ya inundó Estados Unidos. Las adhesiones a la protesta contra los símbolos patrios es una ola que atraviesa el país. El equipo completo de la preparatoria Mission High de San Francisco replicó en estos días la protesta. Entre ellos se podía observar un mosaico de pieles blancas, negras, latinas y asiáticas.
Las esquirlas han traspasado incluso las fronteras del deporte. Las estrellas de la NBA ya han manifestado su apoyo a la causa, entre ellos: LeBron James, Carmelo Anthony, Dwyane Wade, Chris Paul y Stephen Curry. “Espero que esto ayude a conducir al país a una mayor igualdad y más derechos para la gente afroamericana”, dijo el base de Golden State a la cadena CNBC.
Pero quizá la consolidación de la causa Kaepernick la dieron los niños de 6 años de los Red Lions de Las Vegas. Con una rodilla en tierra y el casco en mano, los pequeños futbolistas de caras negras y blancas, eligieron protestar contra el racismo. Eligen ser Kaepernick.