Sol se internó para dar a luz a dos niños, luego de que le realizaran la cesárea, se llevó la sorpresa de que era solo uno. Tras recibir pocas explicaciones del sanatorio, la familia exige que se aclaren los hechos.
El pasado lunes 19 de septiembre, en la ciudad de Córdoba, Sol Peralta ingresó al Sanatorio Aconcagua embarazada de mellizos, según la única ecografía realizada en dicha institución. Después de una larga espera durante el trabajo de parto, decidieron a último momento ir a cesárea. Al finalizar la cirugía, el médico que la atiende en la institución, Miguel Ángel Bartolomeu, le informa que solo había un niño: “fue un error, hay un solo bebé”, dijo.
Nadie dio más explicaciones. Aluden a un error ecográfico, sin embargo Sandra, madre de Sol, explica que “en la ecografía se veían dos fetos, con diferentes medidas, lo cual da a entender que hay dos y no sólo uno”.
Lamentablemente no resulta raro que en los ambientes hospitalarios, y sobre todo en las maternidades, no haya buena comunicación por parte del personal de salud. Sobran casos donde el poder y la soberbia de la medicina hegemónica llevan a negar u ocultar información, que es su deber brindar. Además de esto, se suma una situación de vulnerabilidad, Sol tiene quince años, es mamá primeriza y pertenece a una familia de la periferia de la ciudad.
La familia de Sol no se quedó en silencio, al contrario decidió presentar una denuncia penal y mediática contra la institución y los profesionales actuantes. Sandra, madre de Sol, lo dice claramente: “exigimos que se esclarezcan los hechos y que el sanatorio se haga responsable”.
