St Pauli, un estilo de vida

St Pauli, un estilo de vida
22 septiembre, 2016 por Redacción La tinta

Anti-sexistas, anti-fascistas, comunista y anarquistas. St Pauli es el club de Hamburgo que forjó una particular identidad gracias a la transformación que sufrió su barrio. La insignia pirata robada de un parque de diversiones y el primer equipo de refugiados, son algunas particularidades de un club y un barrio muy singulares.

Hasta los ´80 era un club común y corriente, de ligas regionales, sin mucha popularidad. En esa época, en una Alemania empobrecida durante la guerra fría, en la zona portuaria de la ciudad había muchas casas vacías a causa de la crisis. Una fuerte llegada de okupas arribó a la zona, dándole un toque de distinción que cambiaría para siempre la idiosincrasia del club.

Es que los nuevos habitantes del barrio empezaron a seguir al St Pauli, e izaron en él todas las banderas que hoy vemos como identidad del club: anti-sexistas, Anti-fascistas y de una izquierda comunista o anarquista.

Hoy el club milita la segunda división alemana, y no cuenta con muchos logros deportivos. Pero no es eso lo que le importa al seguidor del “pirata”. Como nos cuenta Hernán, uno de los fundadores de “Piratas del sur” (club de fans en Argentina), cada vez que juega el equipo es un día de fiesta. La premisa principal: cerveza, antes durante y después del encuentro. Los bares son el lugar de encuentro en la previa y en el post partido. Si gano, a festejar; si perdió, al bar a olvidar y no hacerse mala sangre.

Apoyo incondicional a los refugiados

Los simpatizantes y la institución luchan día a día por ayudar a las personas que llegan a la ciudad. Incluso se fundó un club llamado Lampedusa FC, un equipo de fútbol de refugiados.

Permitiendo que usen las canchas sintéticas que están detrás del Millerton (estadio de St Pauli), los inmigrantes tienen la posibilidad de jugar a la pelota y pasar un buen rato dentro de la difícil vida que llevan en su espalda.

A través del Lampedusa se generó merchandising para vender y colectar dinero. Y cuando fue necesario desde el club se lanzaron colectas de dinero, shampoo, jabón o lo que hiciera falta en ese momento.

Hace pocas semanas se informó que Lampedusa se fusionaría y pasaría a ser parte del St Pauli, que ahora puede afirmar que tiene su propio equipo de refugiados.

 

La bandera pirata: una historia poco conocida

Un símbolo que hoy está a la par del escudo y el nombre es esta bandera. Y el nacimiento de esta relación es tan loco como todo lo que rodea al club.

En los 80’, cuando los primeros okupas y punks empezaron a seguir de visitante y local al equipo, hubo un fanático que comenzó a llevar el estandarte. El dato es que esta bandera la había robado de un juego del Hamburger Dom (parque de diversiones del lugar), y empezó a llevarla a todos los encuentros.

Con el correr del tiempo se convirtió en un objeto identitario de la afición. No tardó mucho en comenzar a ser comercializado por los locales cercanos al estadio y por la propia institución. Este aprovechamiento lucrativo habría generado el enojo del hincha que empezó todo, el cual dejó de seguir al equipo por el uso comercial que se le dio desde entonces al emblema.

A principios del 2000, cuando el club estaba por quebrar, entre las medidas tomadas para evitarlo se decidió vender la imagen del club (incluida la calavera) a una empresa privada para que la explote por 30 años, a cambio de un pequeño porcentaje de ingreso de ese concepto al club. Recientemente, después de un juicio que se le ganó a la empresa que había generado millones con la imagen, St Pauli pudo recomprar su derecho por más de un millón de euros.

 

Un barrio combativo

Como todo barrio marginal, al igual que acá, está marcado por la policía y el estado. Hace unos años, con la excusa de que punks habían atacado a una comisaría (hecho que después se comprobó que nunca ocurrió), se sitio el barrio y comenzaron a requisar y detener arbitrariamente a sus habitantes. Como respuesta, la gente salió a la calle. Una masiva protesta, que logró reunir alrededor de 10 mil personas, se manifestó contra el cerco policial.

Esta zona, compuesta de trabajadores portuarios, pequeños comerciantes, centros culturales y casas ocupadas posee una gran identidad. Hoy se está convirtiendo en un atractivo comercial que está cambiando algunas características, como sucede en barrio Güemes de la Ciudad de Córdoba.

Este es el St Pauli, como dice Hernán, un club del que podríamos hablar o escribir mucho más. Una ejemplo de que el fútbol, es mucho más que un deporte o un mercado. Es un estilo de vida.

Palabras claves: Alemania, St Pauli

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