Que alguien me explique
Que alguien enumere, qué guerras no han sido por dinero.
Que alguien exponga, que «verdades» instaladas por el poder (perpetuadas por los medios de comunicación hegemónicos que son el poder) persiguen otro fin que no sea más y más y más dinero.
Que alguien argumente que la dictadura cívico militar no fue un genocidio para detener la lucha por la distribución más justa de capitales.
Que alguien con convicción y verdad exponga que el control sobre la vida y el cuerpo de las mujeres no es un perfecto plan económico, antiguo y eficaz que funciona desde que matamos a Dios y pusimos a un cowboy rubio y heterosexual en el centro del mundo (y mucho antes también).
Que alguien me diga que el hecho de que sólo las mujeres pobres deban continuar con un embarazo no deseado o morir, no es porque en caso de legalizarlo se estaría eliminando un porcentaje de la mano de obra esclava antes de tiempo? Y quienes van a hacer el trabajo sucio sino?
Que los que defienden la «vida» me expliquen por qué dejan afuera de su sincero amor por lo viviente a los putos, las mujeres que luchan por su soberanía, lxs negrxs, lxs travestis, lxs bisexuales, lxs inmigrantes pobres, las familias más diversas. Por qué no lxs cuidan? Acaso son zombies? O a qué imaginario de vida se refieren?
Cada vez que juzguemos moralmente, tratemos de identificar qué maxikiosko hay detrás de esa «verdad», a quiénes les perjudica el bolsillo y quiénes son sus aliados. Por qué les interesa tanto que pensemos algunas cosas y otras no.
Todo es un negocio.
Hasta la soga con la que te ahorcaron Camila.
Que seas prostituta, que seas drogadicta, que seas borderline, eso los tranquiliza. Pero ellos no saben que los vigilados hoy vigilamos y somos un montón.
Te odian, porque tienen puntajes para valorar la vida de los demás.
Te odian, porque odian a las mujeres que deciden que hacer con su vagina.
Te odian, porque tienen miedo. Miedo de perder poder.
Nosotras no.
Nosotras te queremos Camila.
Buen viaje desde acá hacia allá.
O no, mejor aún, te quedas entre nosotras.
Una gran cuna.
Ojalá seas la última.
Mucho amor para todxs.
(*) Opinión de Elisa Gagliano.