Mujeres
Las mujeres nunca dan todo por hecho
Siempre,
pero siempre
queda un hijo que tapar,
un beso para dar,
un adiós que decir,
una amiga a la que acompañar
en la vigilia del dolor o la risa
una frazada que prestar
una vuelta más para dar en el tejido.
Las mujeres, amiga,
las mujeres…
esas brujas de escritorio
o línea fabril
esas eternas malhumoradas
de la vida
Esas incansables y enojosas paridas
que en Bolivia, la vieja,
se empecinan en llevar el mundo en la espalda
colgado como un estigma necesario de los tiempos.
Como una culpa eterna y pecaminosa
Y las ves subir las cuestas del Alto
con su ropaje pesado y su carga eterna y colorida.
Las mujeres, sí, las mujeres
Esas bellas bailaoras del tablao
que rebolean amores y pasiones entre claveles encendidos
en una España encantada de amor y sombra.
Las mujeres
Eternas luchadoras en un México entregado
por malinches al primer gringo extranjero
O las otras, también mexicanas
que defienden la tierra punta de pasión y lucha fiera.
Mujeres fueron aquellas montoneras incansables
que junto a sus hombres defendieron palmo a palmo
la tierra y la cultura americana.
A golpe de palabra, de amores concebidos en duelo
Y muerte
En escapes violentos en la madrugada
hacia la libertad más pobre y sedienta de justicia.
Mujeres fueron también las que en los sesenta
se jugaron en las calles y en los pueblos
de esta patria que supieron conseguir.
Mujeres bravas, incansables,
tozudas y sangrientas.
Las que parieron en cualquier lado
en donde pudieron
en donde las dejaron
en donde las encontró el destino y las obligó el carcelero.
Mujeres que amamantan
Mujeres milagrosas
Mujeres luchadoras y mujeres malas
Mujeres silenciosas
Mujeres misteriosas.
Cultas, analfabetas.
Guerreras, guarras.
Charlatanas y calladas.
Flacas y gordas.
Mujeres paridoras.
Mujeres paridas en la miseria
y la riqueza más encumbrada.
Mujeres
La vida sigue signada, plagada,
Infestada, llena de mujeres herederas
y heredadoras de vida y de muerte.
Mujeres
Principio y fin de mi existencia
Cuna de mi vientre ahora chato
Útero ahora inútil y olvidado
Manos ahora sin fuerzas
Boca grande, ahora y siempre para no dejar de decir
nunca jamás
la denuncia urgente
el amor sublime
el dolor oculto
la justicia necesaria.
Por Mabel “La Negra” Redona
Pasado por calle (algunos escritos militantes)
Foto de Colectivo Manifiesto.