El anhelo de Andrés Fassi: Fútbol S.A.
Macri, Tinelli, Angelici, Fassi, Pérez. Todos comparten un factor común: son empresarios. Cada uno, en su carrera personal por ganar espacio en el mundo fútbol, intenta dejar en claro que la única “salvación” que existe es la privatización.
Empezó la campaña, el objetivo es uno, los empresarios dueños de los clubes, los socios solo aportantes. En el programa televisivo “Línea de Cuatro”, que emite el canal cordobés ShowSport, el presidente de Talleres, Andrés Fassi, afirmó con decisión: “Tiene que haber un cambio radical en nuestro fútbol. Habrá que ver si se puede con las Sociedades Anónimas, como dice Macri».
Sin miedo a caer en facilismos y dando por entendido que el fútbol es tan global como cualquier otro producto globalizado de estos tiempos, compara a Europa con Argentina, sin reparar en sus diferencias sociales, económicas y culturales: «Nunca vi a la gente del Manchester City, ni a la del Milan, enojada porque venía otra gente a comprar el club». Hasta ahí, dos frases picantes que dejó el también dirigente del fútbol mexicano.
Hoy, el hombre de Pachuca es sin dudas quien maneja el club a partir de sus decisiones. Esto queda en evidencia por ejemplo a la hora de contrataciones que varias veces se han dilatado hasta esperar su vuelta al país. ¿Acaso no hay nadie más en la dirigencia en condiciones de negociar con jugadores?
Que está dispuesto no hay dudas. Fassi está vendiendo un modelo de club, lo está haciendo en club del cual es hincha, pero la plata que llega a la institución no es de él. Es del Grupo Pachuca, del cual Carlos Slim, dueño de Claro y uno de los hombres más ricos del planeta, es accionario.
Su primera victoria fue precisamente en la primera asamblea de socios tras haberse levantado la quiebra del club. Allí, propuso directamente puntos muy discutibles, como el futuro del nuevo predio “Mundo Talleres”, donde no dio mayores detalles sobre la ubicación que tendrá: “Talleres puede ceder el predio actual cuando patrimonialmente, haya crecido 3 o 4 veces en relación a lo de hoy”, aclaró.
En el primer acto democrático para la institución, luego de años de autoritarismo gerencial, y en el que supuestamente se había garantizado un marco de respeto a la disidencia y las opiniones distintas, hubo tiempo para dar una misa pero no para los oradores. Cuando debían hablar los socios el reloj apremiaba y decidieron obturar esta etapa ya que “tomaría mucho tiempo”. Luego, Fassi decidió tomarse 12 minutos solamente para dar un discurso “convenciendo” a la asamblea de aprobar el artículo de la cesión del predio. Ante la sorpresa, hubo murmullos y señas de desaprobación. Allí el presidente esbozó la frase que coronó la aceptación de este controvertido proyecto y que dejó a las claras su estilo de conducción: “Dejaré el proyecto si no se aprueba”.
¿Qué significan algunas de estas aprobaciones? ¿Qué implicarán de acá al futuro? Un punto poco discutido, y quizás el más importante, es lo que sucederá con la venta de los jugadores del club. Según lo aprobado, de acá a seis años y por una década Pachuca se quedará con el 75% de cada transacción y Talleres sólo con el 25% restante.
No conforme con llevarse esa importante porción de las ventas desde 2022 y hasta 2032, este acuerdo le permite al grupo inversor extender dicha división económica por 10 años más y prolongar el beneficio hasta 2042.
Otro aspecto a no perder de vista es lo que sucederá con el actual predio que posee la institución albiazul sobre los márgenes de avenida Circunvalación. Según lo aprobado, una vez construido el nuevo predio, el viejo terreno podría ser “cedido, vendido o permutado”. ¿A quién? ¿A cambio de qué?
Es un momento crucial en la historia de Talleres y del fútbol argentino. La T volvió a primera y pretende pisar fuerte, pero esto no tiene que enceguecer a su gente a la hora de pensar realmente a futuro. ¿Qué significa privatizar? ¿Quiénes están detrás de Andrés Fassi y qué quieren de Talleres?
Fue ardua la lucha para que los socios vuelvan a ser dueños del club y puedan tomar sus riendas. Pero vale preguntarse, más allá de la escenografía democrática que se recuperó ¿Qué significa darle todo el poder a un solo hombre? Y lo más importante: ¿Son realmente insostenibles los clubes como “Asociación Civil”? A caso con un control más fino en las finanzas y buenas estructuras formativas en inferiores ¿No serían sustentables sin la necesidad de inversiones foráneas?
Que el fútbol es un producto globalizado, no caben dudas. Y en él, los empresarios ya comenzaron a ocupar el mando de los clubes desde finales del siglo pasado, principalmente desde el viejo continente. Quizá su hora en Argentina llegó. El desafío de los hinchas quizá sea el no dejar que los deseos, proyectos y anhelos, sean de ellos.