Los yuyos que perdieron su libro: herbario teatral
Hubo un tiempo en que el botiquín del hogar estaba en el patio. Se tomaba Boldo, Melisa y Llantén en vez de propinox, ergotamina y amoxicilina en cápsulas. Los saberes milenarios acerca de la medicina natural de los yuyos que la pachamama brinda, se han ido perdiendo por su transmisión predominantemente oral y el desuso ante la embestida del mercado farmacéutico.
En este marco, surge Los yuyos que perdieron su libro: una experiencia de Teatro Foro en Calamuchita para recuperar medicinas ancestrales. El domingo 21 de agosto en el pueblo de Amboy se presenta una nueva función de esta obra que busca revalorizar el uso de las hierbas medicinales y los saberes locales. La cita es a las 17 hs. en el Salón Comunal de Amboy, Calamuchita, con entrada libre y gratuita.
Estrenada en mayo pasado en Villa Amancay, es una experiencia participativa que surge a partir de intercambios y entrevistas realizadas por un grupo del Programa Universitario de Historia Argentina y Latinoamericana -PUHAL- de la UNC.
Desde el escenario, actrices y actores recuperan los usos de las hierbas medicinales y los saberes ancestrales sobre la medicina natural que se practica en las sierras cordobesas. Desde el público, vecinas y vecinos opinan y suben a escena para compartir su mirada sobre una costumbre que se ha ido debilitando en el contexto actual y en el vínculo entre las viejas y nuevas generaciones.
La enorme diversidad de yuyos medicinales utilizados en la región de Calamuchita y las reflexiones de la comunidad sobre sus costumbres y el entorno natural en el que transcurre su vida forman parte de la obra, basada en relatos de diferentes habitantes de la zona de Amancay, Amboy, Cerro Pelado y Arroyo Corto.
Los saberes de estos pobladores y pobladoras, desde las enfermedades que puede curar un té de carqueja hasta el uso doméstico de plantas como el “aspa del diablo” para quitar los piojos, ocupan el escenario durante la presentación. A su vez, a lo largo de la función las personas del público tienen la posibilidad de intervenir y participar de la puesta en escena a través de las herramientas del Teatro Foro. Éste es una de las corrientes del Teatro del Oprimido, creado por el brasileño Augusto Boal quien lo definía como “el que crea espacios de libertad para que la gente imagine y piense en el pasado, en el presente y pueda inventar el futuro y no esperar por él”.
El estreno de la obra, realizado en la localidad de Villa Amancay el pasado 8 de mayo, contó con la participación de más de un centenar de niños, niñas y adultos mayores de la zona, quienes reflexionaron a través del arte sobre la importancia de recuperar la medicina originaria. En un contexto donde diversos cambios culturales y sociales están poniendo en riesgo la vigencia y el valor de estos saberes que han sido trasmitidos durante décadas mediante la tradición oral, el teatro se abre como un espacio para preservar y trasmitir a las nuevas generaciones las propiedades de la flora autóctona y para debatir sobre las maneras de curar en su comunidad.
Esta iniciativa es realizada por un grupo de docentes, egresados/as y estudiantes del ámbito del teatro, la sociología, la historia y la comunicación social, en el marco de un proyecto aprobado por la Secretaría de Políticas Universitarias mediante el programa PUHAL.
Integran este proyecto: Cecilia Griffa, Fernanda Vivanco, Paola Gigante, Heidy Buhlman, Lucrecia Paesani, Mariano Schejter, Tomas Gianola, Guadalupe García De Pablo, Lucia Maina Waisman, Camila Rossa, Camila Furey, Mónica Flores y María Mauvesin.