EE.UU: con protestas contra Trump, comenzó la Convención Republicana
Este lunes comenzó en la ciudad de Cleveland, Ohio, la Convención Nacional Republicana cuyo objetivo principal es designar al candidato presidencial del partido para las elecciones de noviembre. En esta ocasión, hay un solo candidato: Donald Trump.
El magnate y estrella televisiva llega a la convención después de una exitosa campaña en las primarias que conmocionó a la política estadounidense durante la primera mitad de este año y ahora está a punto de lograr la nominación.
Desde fines de mayo, Trump cuenta con la mayoría de los 2472 votos de los delegados. Si al final de esta semana consigue la nominación —luego de cuatro días de discursos, eventos políticos y probables protestas callejeras— se convertirá en el primer candidato presidencial del Partido Republicano, desde 1940, cuya experiencia principal es la gerencia de una empresa.
Declan Walsh, corresponsal de The New York Times, señala que en un año normal las convenciones son teatros políticos cuidadosamente coreografiados para que los partidos sanen las heridas surgidas durante las primarias, se unan en torno a un candidato y fortalezcan a las bases con el fin de librar la batalla principal: la elección presidencial.
Sin embargo este no es un año normal. La semana pasada, los oponentes del candidato trataron de modificar las reglas del partido para que los delegados que ya se comprometieron con un candidato tras los resultados en las primarias puedan votar según lo que les dicte su conciencia.
Este último intento fracasó ya que que podría privar de sus derechos a los 14 millones de personas que votaron por Trump, pero fue entendido como un signo de las divisiones que su candidatura ha despertado al interior del Partido Republicano.
La élite republicana se siente incómoda con la candidatura de Trump; lo acusan de ignorar la ortodoxia republicana y de tratar al partido como un medio para satisfacer sus ambiciones personales. Varios líderes republicanos —incluyendo a los expresidentes George W. Bush y su padre, George Bush— no asistirán a la convención. Otros miembros del partido han rechazado abiertamente a Trump, y han anunciado que tienen otros planes para esta semana, tales como ir de pesca, o una imperiosa necesidad de “cortar el césped”.
Trump también ha dividido a las grandes empresas. Algunas compañías de tecnología que en el pasado apoyaron a las convenciones republicanas, como Apple, se han retirado de la edición de este año. Sin embargo, Facebook y Microsoft ofrecerán sus servicios.
¿Quiénes apoyan a Trump?
Aunque muchos republicanos de alto rango no asistirán a la conferencia, Paul D. Ryan, el presidente de la Cámara de Representantes, será el anfitrión del evento. Ryan ha enfrentado abiertamente las propuestas más polémicas de Trump, pero accedió a cerrar filas con su candidatura para mantener la unidad del partido.
Uno de los participantes que fue confirmado de último momento es Mike Pence, el gobernador de Indiana que Trump eligió como su candidato a la vicepresidencia.
La caótica designación de Pence, que se dio mientras Trump valoraba todas sus opciones hasta el último momento, simboliza su estilo de gerencia sobre la marcha, un aspecto que tiene nerviosos a muchos líderes republicanos. Sin embargo, la elección de Pence, un conservador de línea dura, puede expandir el apoyo de Trump entre los cristianos del partido.
Lo más importante es que Trump cuenta con el apoyo de 1542 delegados y solo necesita 1237 para asegurar la nominación. Sin embargo, eso no le garantiza un camino fácil puesto que los organizadores temen que sus oponentes busquen una manera de dilatar su nombramiento y negociar durante el caos.
Protestas callejeras
Está prevista la llegada de miles de manifestantes a Cleveland, como ya pasó en los mítines de Trump en Chicago y California, lo que ha avivado los temores de choques violentos en las áreas cercanas al Quicken Loans Arena, donde se realizará la convención. Los recientes tiroteos contra agentes de policía en Texas y Luisiana han intensificado las preocupaciones por posibles derramamientos de sangre.
Las autoridades de Cleveland enviaron 2500 policías para resguardar la convención, ampliaron el horario de los tribunales y limpiaron mil camas en las cárceles locales por si es necesario realizar detenciones masivas. Una serie de artículos como máscaras de gas y botellas de leche han sido prohibidos en los alrededores del evento.
Sin embargo, las armas de fuego sí están permitidas: Ohio es uno de los Estados donde los propietarios de armas con licencia pueden llevarlas abiertamente.