Güere Pellico: cuando el dolor se transforma en lucha

Güere Pellico: cuando el dolor se transforma en lucha
13 diciembre, 2016 por Redacción La tinta

El Güere era un pibe de Barrio Los Cortaderos escuchando un partido de fútbol con su primo. ¿Qué pasó entre gritar un gol y gritar “no me dejes morir, negro”? Pasó que recibió un disparo de la Policía de Córdoba, la bala entró por la espalda y salió por la garganta matándolo en el acto. Esta semana se vive una jornada más del juicio en el que se imputa a los dos efectivos responsables del asesinato del joven.

Por Guadalupe García para La tinta

Del barrio al Palacio de Justicia

 Mañana miércoles a las 9:30 en las inmediaciones de Tribunales II, se llevará a cabo la sexta audiencia del juicio por el asesinato de Alberto Fernando Pellico.  En esta jornada se leerán los alegatos y quizás -no se ha confirmado aún- se dictará la sentencia condenatoria.

Los señalados como responsables por el brutal asesinato cometido el 26 de julio del 2014, son dos reconocidos verdugos de la Policía de Córdoba, el oficial Lucas Chávez y el sargento Rubén Leiva.

La familia, vecinos y personas allegadas junto a organizaciones sociales convocan a concentrar en las escalinatas de Tribunales II a lo largo de toda la audiencia. Invitan a acompañar y dejar sentado que mientras se multipliquen las balas, se multiplicará la lucha y la organización.

Una bala más, una vida menos, un presente de lucha por justicia

Como una de tantas formas de acompañar la lucha, el domingo pasado en el barrio que vio nacer y morir al Güere, se organizó una jornada cultural de visibilidad y convocatoria de cara a la futura audiencia. Entre cuartetos y choripanes, la familia y las personas que sentimos este duelo como propio, gritamos bien fuerte: “¡Que dejen de matar a nuestros pibes! ¡No es una familia sola, somos muchos y estamos organizándonos!”. Durante la jornada, tocaron bandas y se comentó la actualidad del caso.

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Cuando la muerte llega, trae dolor, angustia y preguntas: ¿Quiénes son los responsables? ¿Cómo actúa la justicia cuando el gatillo lo aprieta un funcionario público? ¿Cómo se condena a los asesinos a sueldo de un Estado represor? Cuando las balas que matan son compradas por el Estado, nos dicen que fue legítima defensa.

Sostenemos en base a la experiencia, que no es una práctica aislada, que no son trabajadores precarizados que actuaron en defensa propia, ni resguardando la seguridad de la comunidad. Puntualmente en este caso los “jóvenes delincuentes” con los cuales los policías tuvieron un “enfrentamiento”, estaban provistos sólo de un envase de gaseosa.

El caso de Güere, lamentablemente, no es el único y se suma a una larga lista de asesinados en calles, cárceles y comisarías. El accionar repudiable de los dos policías, Leiva y Chávez, no nos toma por sorpresa cuando seguimos desayunándonos con noticias de víctimas del Estado represor. De hecho ambos policías imputados están implicados en múltiples causas y son reconocidos por su gran desempeño como verdugos legitimados en el barrio.

Sostenemos en base a la experiencia, que no es una práctica aislada, que no son trabajadores precarizados que actuaron en defensa propia, ni resguardando la seguridad de la comunidad. Puntualmente en este caso los “jóvenes delincuentes” con los cuales los policías tuvieron un “enfrentamiento”, estaban provistos sólo de un envase de gaseosa.

*Por Guadalupe García para La Tinta / Fotos: Julio Antonio Pereyra

Palabras claves: gatillo fácil, Güere Pellico

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