
Ocho perro negro
A veces, las historias nos llegan, se nos presentan en lo más cotidiano de nuestro curso, el estar atento o tener la mirada sensible a aquello que se nos presenta es parte del oficio de contar. Involucrarse y ponerle el cuerpo a esa historia es lo que hace del oficio algo más que lo técnico. Eso fue lo que hizo el fotógrafo Tato Cícero cuando, en uno de sus deambulares citadinos, se encontró con estos Ocho perro negro, así elige nombrarlos sin la ese para saborear adentrarse mejor en este relato de nuestra ciudad.