
La era de los gobernautas
El descalabro generado por el descubrimiento de la operación Cambridge Analytica explica por qué los algoritmos se guardan bajo siete llaves y todos niegan utilizarlos para fines electorales. Del maridaje entre big data, micro-targeting y presupuesto público parece surgir una ingeniería de las opiniones que ni siquiera Joseph Goebbels hubiera soñado. Por Lucas Malaspina