
Una historia común
Olga Díaz es sobreviviente de un intento de femicidio. Su historia es de las tantas que están en la base de ese iceberg que es la violencia machista que se cobra una vida cada 30 horas. Todo se cumplió para ella, todo lo que no debería pasar nunca más: la sordera de la justicia, los prejuicios de vecinos y vecinas, la doble moral de un tipo que iba a la Iglesia pero siempre se supo capaz de matar. Claro que la única que le creía era ella. Vivió para contarlo, para mostrar las marcas que quedarán en su cuerpo y ella no quiere maquillar, para decir Ni Una Menos, ella, que casi es descontada de la vida por un tipo con el que tuvo dos hijas y un hijo, con el que convivió 36 años.