
“Quisiera poder estar en la Marcha de la Gorra”
Imaginate que te acusen de un robo que no cometiste, que se produjo cuando estabas tomando mate, que todos tus vecinos sepan de tu inocencia. Que los medios te llamen “motochorro” aunque no tengas moto. Que te condenen a pesar de no encontrar nada: eso se llama causa armada. Y desde el Penal de Bouwer, Gastón Ledesma sigue sediento de justicia.