
Garrafa: cuando los atorrantes son héroes
Sin excusas de calendario recordamos a un personaje que logró escapar miles de veces de las feroces patadas del ascenso pero nunca de la memoria popular futbolera. Su corta vida, de apenas 31 años, fue la de un tipo de barrio, enamorado del fútbol y de Laferrere. Que perdió la chance de jugar en Boca por llegar a la práctica en moto y también la vida, en un absurdo accidente. Usaba la número 10. Le decían Garrafa.