
Toda masacre es política
Con la Delegación Argentina en Solidaridad con el Pueblo Boliviano comenzamos a andar por El Alto hasta la parroquia San Francisco de Asís: la misma donde velaron los muertos de la masacre de Senkata. El movimiento en las calles da la falsa sensación de normalidad: es el intento de la dictadura boliviana de construir el simulacro de Estado de Derecho, sobre cimientos de persecución política, violaciones sistemáticas a los DDHH y la segregación racial y clasista. Por Agustin Mingorance