
“Hacer esperar a los pobres es una herramienta de control del poder”
Para el sociólogo Javier Auyero, las filas de espera son un capital político para la dominación. Los que menos tienen, esperan infinitamente más que los sectores medios, y esas esperas no son inocentes: “Si pierdo mi tiempo, pierdo también el tiempo de hacer otras cosas”. Las esperas infligidas están investidas por una idea cotidiana, una idea de que es normal y práctico estar bajo la lluvia esperando por un colectivo que debo esperar 40 minutos a que pase y que tarda dos horas en llevarme del trabajo a casa.