
La intensidad de la época
Este escrito intenta dar cuenta en una tonalidad que fluye, sin intención de generar conceptos ni certezas. Pascal Quignard plantea en su libro El nombre en la punta de la lengua: “La mano que escribe es más bien una mano que hurga en el lenguaje que falta, que avanza a tientas hacia el lenguaje que sobrevive, que se crispa, se exaspera, que lo mendiga de la punta de los dedos…”. La propuesta es explorar cómo el debate contemporáneo sobre la emoción se encarna en la “intensidad”. Por Graciela Ramírez.