
Cien años de actitud
Hace cien años, en plena guerra, en la aburrida y neutral Zurich, un grupo variopinto de artistas fundaron, sin saberlo y sin quererlo, un movimiento que se haría llamar Dadá, como el sonido que hace un bebé. En un lugar conocido como Cabaret Voltaire donde poetas, pintores y actores como Hugo Ball, Tristan Tzara, Hans Arp, Sophie Taeuber y Francis Picabia inventarían todo o casi todo lo que durante mucho tiempo se identificaría como moderno, iconoclasta, efímero, anticanónico: el fotomontaje, el collage, los recitales de poesía en vivo, las marionetas, los manifiestos, el under y, sobre todo, la actitud en contra de todo, del arte, del sentido, inclusive de ellos mismos.