La historia de la foto que se hizo símbolo de luchas mundiales
La legendaria fotografía del Che, que este 5 de marzo cumplió 60 años de haber sido captada, traspasó las fronteras. Hoy, es más que una imagen, es la identificación de una lucha común en distintas regiones del planeta.
Por Telesur
Entre las cientos de imágenes que el fotógrafo cubano Alberto Díaz, conocido como Korda, capturó con su cámara durante la Revolución Cubana, hubo una que, dentro de tantas sobresalientes, se hizo leyenda: la histórica foto del Che, tomada hace 60 años, el 5 de marzo de 1960.
La historia detrás de la fotografía
La imagen fue bautizada por su autor como «Guerrillero Heroico«, y es considerada por los críticos como uno de los diez mejores retratos fotográficos de todos los tiempos. Además es, hasta el día de hoy, la fotografía más reproducida de la historia.
Korda captó la serena y firme mirada de Ernesto Che Guevara, uno de los líderes de la Revolución Cubana, el 5 de marzo de 1960, mientras el guerrillero miraba pasar el cortejo fúnebre de las víctimas de La Coubre, que murieron por un atentado explosivo de la CIA estadounidense en la isla.
La imagen fue publicada en 1961, y alcanzó fama en 1968, tras la muerte del Che en Bolivia, cuando el editor italiano Giangiacomo Feltrinelli convirtió en afiches varias de las fotografías de Korda, entre ellas el «Guerrillero Heroico», para llevarlas a Europa y alentar la lucha de los movimientos sociales de 1968 en ese continente, donde la imagen se catapultó.
El impacto de la fotografía fue tal que rápidamente corrió por el mundo, llegando a convertirse en un ícono de la lucha de los pueblos pobres.
Korda era un fotógrafo de izquierda que compartía los principios de la Revolución Cubana, por lo tanto, nunca cobró por derechos de autor. La única vez que reclamó su autoría sobre la foto fue para prohibir su uso por parte de una marca de vodka.
Según contó Korda, muchos años después, la foto la tomó solo en un minuto y medio, porque el guerrillero se hallaba en ese momento junto al resto de sus compañeros, detrás de Fidel Castro, y solo se asomó un instante a ver el paso fúnebre.
«Me impresionó su mirada de pura ira por las muertes ocurridas el día anterior«, dijo el artista cubano, que no dudó en retratarlo con su lente, dos veces: una horizontal y otra vertical. La que decidió usar fue la primera, porque en la segunda asomaba la cabeza de alguien detrás del hombro del Che, contó.
La foto del Che como símbolo de lucha en el mundo
El uso del rostro del Che como objeto comercial fue una respuesta por parte de empresarios ante la representatividad y fuerza que tenía la imagen entre los pueblos.
Para contrarrestar el icono revolucionario en el que se había convertido la imagen, el capitalismo la incorporó como parte de su oferta de consumo, estampándola en diferentes vestuarios como camisetas y gorras; además de otros artículos y objetos de uso cotidiano.
Sin embargo, la estrategia de explotación comercial no mermó su verdadera esencia y hasta el día de hoy la imagen es vinculada con las luchas sociales y las causas justas de la izquierda en el mundo.
El rostro es un modo de identificación y reconocimiento popular, su significación ya no solo abarca a la lucha cubana sino que simboliza todo lo que engloba el concepto «Revolución».
El Che ha sido enarbolado desde las luchas de los movimientos sociales de 1968 en varios países del mundo, hasta nuestros días. En Países como Turquía, Libia, Siria y Palestina lo cargan en banderas y pintan su rostro en los muros de sus ciudades.
Asimismo, su paso por África también sentó un precedente adicional, y en el llamado continente negro, la imagen legendaria de su rostro encabeza las luchas sociales de los pueblos más golpeados del planeta.
En la América que lo vio nacer, su mirada al infinito se reproduce en marchas y protestas de Argentina, Chile, Bolivia, Venezuela, México, Brasil, en el Caribe y hasta en el mismo Estados Unidos.
Muchos líderes de la izquierda latinoamericana y mundial han cargado con respeto y admiración su imagen, identificándose universalmente con las batallas de los pueblos unidos, porque como decía el Che: «La revolución es algo que se lleva en el alma, no en la boca para vivir de ella«. Y es que su rostro traspasó las fronteras; hoy es más que una fotografía, es la identificación de una lucha común en distintas regiones del planeta.