Susana Guzmán, el arte de potenciar proyectos en el entorno digital
La educadora y gestora cultural propone formaciones, entrenamientos y talleres para acercar a artistas y productorxs al ecosistema digital. Cómo las plataformas online pueden expandir la visibilidad de los proyectos artísticos y acercarlos a públicos de todo el mundo mediante un plan integral de distribución y comunicación.
Por Julieta Pollo para La tinta
Distribución, comunicación y formación es la tríada que sintetiza la propuesta de Susana Guzmán. En años de ajuste y achique cultural en todos los ámbitos, vio cerrar las puertas de la usina del arte que dirigió por muchos años, Cocina de culturas. «Me quedé con muchas experiencias y con ganas de compartir y de seguir aportando a la cultura local», dice, y, por eso, decidió armar un proyecto que acercara a productorxs, artistxs y gestorxs culturales la posibilidad de formarse en cultura digital y expandir así los límites de sus proyectos.
«Trabajo en esa línea entre lo online y lo offline, entre lo digital y la creación de públicos en forma vivencial. Es un proyecto muy vivo, estoy todo el tiempo analizando qué nuevas cosas podemos aportar», asegura la educadora que, actualmente, comparte espacio, trabajo diario y proyectos con la productora Cultura Caníbal porque «siempre se trata de hacer juntxs para hacer mejor».
Algunas de las propuestas que ofrece actualmente son gestión de distribución digital, el espacio de asesoramiento personalizado Visionar Cultura para músiques, gestorxs culturales y organizaciones sociales; y cursos de formación para adquirir herramientas de gestión creativa de propuestas y espacios culturales, con el foco puesto en liderar proyectos culturales y ejercer el derecho a construir cultura y conocimientos. «Cuando trabajamos en Entrenamientos Creativos, ponemos sobre la mesa los conocimientos que tenemos todxs para ver de qué manera podemos articular esos conocimientos y sacar adelante actividades provechosas, sensibles y también económicamente sustentables», explica.
También lleva adelante un Blog y un Podcast en los cuales difunde y comparte opiniones acerca de arte, cultura, experiencias colectivas, fotografía, música, lanzamientos, inauguraciones, recomendaciones, políticas públicas y gestión cultural para una Latinoamérica que se expresa, en especial, en la voz de las mujeres.
En conversación con La tinta, Susana Guzmán habló sobre plataformas de distribución musical, herramientas para la generación de públicos, políticas culturales, inclusión de género y la construcción de una cultura con fuerte anclaje en la comunidad.
(Imagen: Colectivo La tinta)
—¿Qué nociones en torno a la cultura has ido construyendo en tu recorrido como gestora, programadora y directora de espacios culturales?
—Creo que la cultura y la definición de las políticas culturales pueden hacer un aporte muy grande en cuanto a la democratización de la vida social de la comunidad, entonces, se trata de generar espacios donde las personas pueda acceder a la cultura y donde lxs artistas puedan reflexionar en cuanto a su participación más allá de un evento particular o la grabación de un disco. ¿Cuál es nuestro aporte a la comunidad como actores, como artistas, como gestores y gestoras, para contribuir a la democratización de la vida de todxs? ¿De qué modo podemos ayudar a vivir mejor, a generar espacios de resolución de conflictos, de mejora de la vida de las personas?
Esa es la base de mi trabajo: pensar cómo podemos colaborar en el mejor vivir de las personas por medio de la participación y la creación de comunidades, del desarrollo de destrezas en la actividad artística con un anclaje fuerte en la comunidad. El trabajar con otrx, hacer redes, generar espacios comunes… es lo que podemos aportar más allá de algo puntual como una actividad. Las programaciones tienen que estar al servicio de la creación de comunidad. En este sentido, creo en el crecimiento de nuestra propuesta tiene que ver con la generación de sentido, de contenidos, de participación… ese es el fuerte. Generar programaciones consistentes, con mirada social y creativa, con generación de trabajo, porque es también defender la cultura como trabajo. Prepararse para hacer mejor nuestro trabajo es lo que me interesa.
«No somos gestoras de cosas desligadas de lo humano: gestionamos y generamos comunidad»
—¿Qué potencia tiene hoy el buen manejo del entorno digital en el desarrollo de proyectos artísticos y culturales?
—Hay un cambio de paradigma muy fuerte, mi generación pasó del mundo 100% analógico al mundo casi 100% digital. Prácticamente, todas las actividades que hacemos en cultura están atravesadas por lo digital: el consumo, la promoción, la difusión, la monetización… hay un montón de cosas que han pasado a ser muy fuertes en el entorno digital. Si bien creo que no debemos olvidar nunca el ámbito offline -la generación de contenidos y propuestas en el entorno digital tiene que estar siempre acompañada por un espectáculo en vivo, una muestra, una presentación, una instancia donde las personas se encuentren-, tenemos que estar alfabetizados en lo digital, tenemos que saber usarlo y potenciarlo porque es nuestro modo de darnos a conocer. Es un ida y vuelta permanente, la gestión cultural y de artistas tiene que manejar fuertemente lo digital.
La distribución de la música continúa siendo uno de los desafíos más importantes para lxs artistas, pero lo cierto es que ya existen estrategias para sortearlo. La gestión de la distribución musical a través de distribuidoras globales es uno de los servicios que Susana Guzmán ofrece y pondera para aprovechar las ventajas que ofrece la cultura digital a través de la creación de perfiles de artista y la capacitación para su autogestión, el lanzamiento de productos a través de estrategias de comunicación y un informe anual para conocer cómo circula la música y de qué modo está monetizando.
—¿Sigue siendo la distribución el punto más difícil de sortear? ¿Qué universos abre lo digital en la visibilización global de nuestro proyecto?
—El tema de la distribución de la música, que hace que personas de todo el mundo puedan acceder a tu material, la trabajamos con la distribuidora CD Baby que maneja más cien tiendas distintas.La más usada en Argentina es Spotify, pero podés tener muy buena escucha en Alemania, por ejemplo, usando Deezer o Pandora. Entonces, hay que saber aprovechar estas oportunidades. No es difícil hacerlo una vez que te ponés a aprender, tiene sus detalles, pero no dista demasiado de lo que hemos tenido que aprender con redes sociales.
Ahora, saber cómo subir tu material a las plataformas no es hoy lo más desafiante. Una vez que tu disco está subido, distribuido y que las personas te buscan y te encuentran en la plataforma, hay que trabajar mucho en la gestión de ese streaming: cómo hacer para que ese artista esté movilizando público. Es lo mismo que tenés que hacer para lograr que cada vez más personas vayan a un espectáculo en vivo, de tus amigos a tu barrio, de tu barrio a tu ciudad. Del mismo modo, también tenés que lograr que más personas te escuchen en las plataformas porque esa es tu presencia hoy, ese es el modo en que los programadores trabajan al armar un line-up también. Eso es lo que nosotras estamos trabajando: potenciar el acceso global a lxs artistas en streaming, mejorar su visibilidad y la permanencia de los públicos a través de contenido de calidad.
«Con el celular, podés acceder a cualquier artista, pero te tienen que encontrar. Y una vez que te encuentran, tienen que encontrar contenido de calidad».
Incluso, no hace falta que grabes doce temas antes de difundir, que significa pensar en lo costoso de grabar, masterizar, producir, imprimir un disco entero de una vez. Hoy, podés ir trabajando con un single y ya ponerlo a circular mientras trabajás otros: producís un tema, subís esa canción y hacés un lanzamiento digital que acompañás con estrategias en diversas plataformas. Por un lado, plataformas digitales que tienen un perfil de artista que hay que nutrir permanentemente como si fuera un red social; por otro lado, plataformas de agenda y las redes sociales propiamente dichas. Unas para difundir y generar contacto, otras para distribuir y generar la escucha. Es un gran universo. Mi gran desafío ha sido poder entender todo esto e ir construyendo con todo eso un modelo de generación de seguidores para los artistas que trabajan conmigo. Es súper interesante… muchxs productorxs y managers están acompañando en este proceso a lxs artistas.
—¿Qué herramientas básicas debe adquirir unx artista para comenzar a nutrir el entorno digital de su proyecto?
—Muy básicamente, debe tener su música en plataformas, sobre todo, en Spotify y Youtube, buenos videos, contenido de calidad y unas redes sociales bien trabajadas, activas. Y un plan de comunicación general de generación de público que se completa con acciones de prensa. Después, hay extras que pueden estar o no estar: tener tu propio Blog para conversar con las personas, tener tu propio Podcast para poder difundir lo que querés difundir, contar, preguntarle al público. Tener un plan de generación de interés a través de redes sociales o historias de Instagram que generen un ida y vuelta con tu público, que la pueda opinar y, más importante, proponer.
Visionar Cultura es una apuesta a maximizar ideas y proyectos a través del trabajo conjunto y la sinergia colectiva: con un acompañamiento en el desarrollo para concretarlo y hacerlo sustentable, atención personalizada, variedad de recursos y tecnología, material de soporte en audio y textos, y plantillas de organización, Susana Guzmán propone la generación de una propuesta que albergue la singularidad de los proyectos y se nutra de valiosas herramientas para empoderarse en un mundo cada vez mas cambiante y mixturado. El asesoramiento puede ser online o presencial, en sesiones de una a dos horas, sobre los temas específicos que te resulten más urgentes o la organización de un nuevo modo de organización y gestión.
—La relación fluida entre artistas y públicos cada vez tiene más presencia. ¿Qué busca el público? ¿Qué desea saber o conocer de los artistas que sigue?
—Participación y contenido de calidad. Es interesante que el artista genere una relación personal con el público, generar acciones para que ellxs puedan participar y conocer. Previo a la presentación del disco de Ana Robles, por ejemplo, trabajamos todo el proceso de producción de ese disco, desde la creación de las canciones hasta su trabajo personal en cada uno de los temas, los ensayos… es importante que el público sepa cuál es el proceso de producción de unx artista y que se sienta parte, que pueda opinar, que pueda sugerir qué canciones le gustaría escuchar en el concierto, que se sienta cerca y tenga la posibilidad de transitar junto con esx artista más allá de la instancia del escenario.
Y siempre con mucho respeto por el público, lo cual significa buenas fotos, buenos videos y generar un buen contenido porque al público lo estamos cuidando. Las personas necesitamos y seguimos a unx artista porque dice lo que necesitamos que diga, porque dice lo que sentimos, son la expresión simbólica más importante de lo que pasa hoy. Entonces, necesitamos que ese público sea parte, unxs con otrxs formamos ese ecosistema musical y, en este ecosistema musical, participan fuertemente comunicadores, managers, productores, sonidistas, las personas que están en el entorno haciendo que funcione un motor de actividad cultural -y laboral- de modo integrado.
—¿Cómo evaluás las políticas culturales y el financiamiento destinado a cultura estos últimos años?
—Creo que está haciendo falta que el Estado entienda que la cultura es fundamental para la vida del pueblo, que contribuir al funcionamiento de la cultura es una de sus funciones, que hay que generar proyectos que incluyan no solo a lxs artistas, sino también al público: cultura y educación deben ser prioridades del Estado. Estos últimos años, han sido de una caída muy fuerte de las políticas culturales y de desfinanciamiento de la cultura, sobre todo, a nivel nacional. Hay un crecimiento muy importante y, en base a eso, estamos todavía funcionando, pero el desfinanciamiento de las políticas generó que haya un empobrecimiento de las propuestas. En Córdoba, es impresionante la generación de proyectos culturales y artísticos que hay, muy a pesar de la falta de apoyo del Estado.
«Creo que tenemos que caminar hacia políticas culturales más federales, más inclusivas y donde la actividad del barrio, de los grupos comunitarios y de los colectivos artísticos sea potenciada. Donde los artistas y, en particular, las artistas tengan mayor posibilidad de mostrar sus trabajos».
—¿Qué opinás de la creciente visibilización de las mujeres en la cultura y de las resistencias que aún perduran?
—Creo que una de mis propuestas fuertes es visibilizar el trabajo de las mujeres en la cultura. Somos potenciadoras y generadoras permanentes de contenidos y, sobre todo, de respuestas, y ese es el trabajo que tenemos que mostrar. Más mujeres en los escenarios, sí, pero también más mujeres atrás y debajo de los escenarios. Creo que ese es uno de los desafíos más grandes. Necesitamos más espacio en los escenarios, en las programaciones, en el espacio público, en la conducción de centros culturales, teatros, etc. No entender este paradigma hoy es estar fuera de la historia. Programaciones en las que prime la presencia de varones hoy es una programación antigua y falta de sensibilidad. La mirada de género que tiene que tener una programación, una empresa cultural o el mismo Estado es lo que va a hacer el cambio. Se están sucediendo luchas y transformaciones en la calle, en las instituciones, en las familias y tiene que visibilizarse eso en la cultura.
Con Ana Robles y mis compañeras de Cultura Caníbal, estamos trabajando HEBRAS, I Encuentro de Compositoras del Sur, que tendrá lugar en la primera mitad de 2020. La idea es que sea un encuentro con talleres, conversatorios y actividades donde lo que más nos interesa es poder compartir una mirada hacia el crecimiento de la presencia de las mujeres en la música. Sabemos lo que sucede cuando vas a pedir un trabajo o cuando vas a pedir espacio en programaciones o festivales, lo que queremos hacer ahora es mirar hacia adelante. ¿Qué hacemos? ¿Qué proponemos? ¿Protocolos para programaciones? ¿Igualdad de porcentaje de participación en el escario? ¿La presencia de proyectos de mujeres -y no solo de mujeres- en los escenarios? Muy a tono con el trabajo que vienen haciendo desde la Agenda de Género del INAMU, las Mujeres Músicas de SONAR y muchos colectivos de mujeres que vienen trabajando el tema.
*Por Julieta Pollo para La tinta. Fotos: Colectivo La tinta.