Tucumán: historias de la realeza drag queen
Por Dani Brollo para La tinta
Hace 18 años, cada madrugada del 9 de julio, en San Miguel de Tucumán, es coronada una reina. El mismo día del aniversario de la declaración de la independencia, se realiza la Elección Nacional Drag Queen Argentina. Las calles se preparan para celebrar, en la casa histórica, un año más de la ruptura formal de la dependencia política que Argentina mantenía con la monarquía española. Mientras tanto, adentro de las puertas de Diva! Mother House, una legendaria disco tucumana LGTTTBIQ, todes esperamos ansioses por saber quién será la nueva Reina Drag Queen Nacional de este año.
Cada año, se congregan en la casa madre (Mother House) decenas de drag queens para encontrarse y exhibir grandes producciones artísticas ante cientos de espectadores que viajan desde varios puntos del país. Para llegar a Tucumán, las competidoras tienen que ganar previamente otras elecciones en los boliches u organizaciones provinciales que las patrocinan y a los cuales representan. En la edición 2019, participaron 12 drag queens representando a las provincias: Córdoba, San Juan, Catamarca, La Rioja, Salta, Jujuy, Mendoza y Tucumán.
¿Qué es el arte drag queen? Las definiciones son muchas. La variación de estilos y las experiencias de cada artista enriquecen el abanico de posibilidades que el drag habilita. Algunos relatos cuentan que el arte drag surgió del juego con los roles de género, a partir de la creación de personajes femeninos, masculinos o andróginos mediante la utilización de técnicas de maquillajes, vestimentas y accesorios.
“Drag queen es la que no le tiene miedo a nada, ser lo que uno quiere ser y transmitirlo a los demás”, dijo Nova Vitas sobre el escenario, una de las referentes y ex reina nacional. Muchas artistas coinciden en que hacer drag es crear, producir impacto visual y dedicarse a explotar los límites “te puede gustar o no, pero esto es un arte y hay colores para rato”, agregó Antara Wells arengando al público.
La noche más esperada
El lunes 8 de julio, la casa madre se convirtió, una vez más, en el escenario del gran evento. La disco no sólo estaba repleta de las drag queens que competían en esta edición, sino que también era la oportunidad para que más de cincuenta artistas desfilaran exhibiendo sus deslumbrantes vestuarios que habían preparado especialmente para la ocasión. Colores flúor, telas brillantes, diseños exclusivos, pelucas gigantes, sombreros, cascos y “mucho piedrerío”, como decían ellas haciendo alusión a lentejuelas y strasses que brillaban sobre los vestidos. Las cámaras no dejaban de tirar flashes, mientras las artistas posaban y saludaban a un público asombrado que, para verlas, tenía que mirar hacia arriba, por la altura que alcanzaban con sus plataformas de quince o veinte centímetros.
Cerca de las dos de la mañana, la disco ya estaba colmada de gente y, entre los efusivos aplausos del público, las presentadoras anunciaron el comienzo de la elección. Ya era 9 de julio, fecha patria, feriado nacional, día de la independencia. De repente, a pedido de las conductoras, el DJ cambió la música y empezó a sonar el Himno Nacional Argentino. Luego, los aplausos, ahora sí se daba comienzo a la competencia.
En el escenario tucumano, cada show tenía una duración reglamentada de 4 minutos. Las artistas participaban mostrando un show temático previamente ensayado y en el cual, además, participaban también bailarines. Dependiendo de la sofisticación y el presupuesto invertido por las artistas en el show, año tras año, se pueden observar distintas escenografías, coreografías que van de pasos más simples a más complejos y un gran despliegue de vestuarios y accesorios.
Este año, las performances incluyeron vírgenes, plantas carnívoras, un parque de diversiones, bailarines de folclore y música tropical, entre otros. Los shows tuvieron despliegues escenográficos de enormes dimensiones y llamativas estructuras hechas con papel, plástico, tela y goma. Desde abajo del escenario, se podía ver al público girando sus cabezas hacia un costado y hacia el otro, con desesperación, intentando no perderse ningún detalle.
Parque Mágico fue el show de la sexta participante: la cordobesa Willow Mc Queen, que representaba a Zen Disco, quien incluyó cuatro cambios de vestuario en una escenografía que ambientaba un parque de diversiones. Comenzó con una gran carpa de circo sobre la cual asomaba la cabeza de la artista, luego, casi como un truco de magia, apareció un gran martillo mecánico mientras sus bailarines, desde el escenario, repartían pochoclos y dulces al público. El tercer vestuario incluyó un gran vestido colorido hecho con coloridas pelotas de plástico y, para finalizar, una coreografía que incluyó trucos acrobáticos donde vimos a Willow volar por los aires más de una vez.
Este show fue ovacionado por todo el público, los puntajes no bajaban de diez y la victoria comenzó a intuirse en ese momento. Willow, al borde de las lágrimas, sonreía y extendía sus brazos al público mientras el jurado, compuesto por las ex reinas de años anteriores, aplaudía de pie desde el sector vip de la disco.
A las 4 de la mañana, las conductoras anunciaron las ganadoras de las dos menciones especiales y el nombre de la nueva soberana: Willow, una reina cordobesa, otra más, en la historia de la realeza drag queen de nuestro país.
Luego de los premios y la coronación, llegó el turno de los agradecimientos. Arriba del escenario, estaban todas las participantes del certamen 2019, entre ellas, otras dos cordobesas: Efestion Magnus (representando a Drag Queen Studio) y Aykram McQueen (representando a Europa Disco). Las conductoras felicitaron e hicieron énfasis en la importancia de formar parte haciendo que el evento sea posible. El reconocimiento al trabajo que implica pararse y hacer un show en ese escenario fue algo que todas remarcaron. Las artistas se preparan desde el año anterior para tener una oportunidad de llegar a la elección nacional en Tucumán. Son meses de ensayo, diseño, confección de vestuario y escenografía para darlo todo en el show principal. Un detalle de gran importancia es la inversión monetaria que implica la preparación del show y los gastos en la movilidad. La situación económica actual del país empeoró bastante las condiciones. “Muchas no pudieron viajar por la crisis”, fue un comentario repetido por varias participantes quienes remarcaron que el esfuerzo por costear los gastos este año fue mayor. Como dicen ellas, “todo es a pulmón”.
La casa madre
El escenario de Diva en Tucumán marca un antes y un después para la trayectoria artística de muchas drag queens en nuestro país. La primera edición de la elección nacional se realizó en el año 2000 y, desde entonces, Córdoba fue protagonista de lujo. La primera Reina Nacional fue Antara Wells, una gran artista drag queen y transformista cordobesa que, en aquel momento, llegó al jardín de la república representando al legendario boliche Hangar 18. Desde entonces, Antara marcó tendencia y, años más tarde, otras cordobesas lograron el título de reinas: Andy Lamoore, Mondula Leyton, Kanella Sweet y la flamante Willow McQueen. Por esta cantidad de coronas, y por la calidad de sus artistas, Córdoba, junto a Mendoza y Tucumán, son señaladas como las provincias más importantes para el arte drag queen, donde nacieron muchas de las grandes reinas de nuestro país.
Este año, Antara Wells obtuvo un reconocimiento público por su trayectoria. La reinona, como la llaman sus amigas, recibió la ovación del público que se acercó constantemente a demostrarle su afecto y admiración. Más allá de la competencia, para Antara, este evento es, sobre todo, una fiesta federal y, en eso, coinciden varias. La elección es un punto de encuentro de artistas de diferentes provincias y de distintas generaciones, que, desde hace casi veinte años, se congregan en la capital tucumana para despedir una reina y coronar otra, pero también para reunirse con amigas entrañables y para hacer amistades nuevas.
En el mismo sentido, para Gastón Tripolone (dueño de Diva), la elección es un año nuevo y un encuentro de amistad. Una oportunidad de celebración y disfrute donde hay tiempo para los recuerdos y para las proyecciones. Diva es la gran casa madre que, en los últimos años, no ha parado de crecer, tal cual sostiene Gastón: “en Tucumán, ya hay mucho conocimiento de lo que es el evento, ya se está imponiendo que la movida drag queen es algo artístico y el objetivo es seguir visibilizándolo”.
Además del encuentro entre reinas, las elecciones nacionales y provinciales son la oportunidad para crear equipos de trabajo alrededor del arte drag queen. Un ejemplo de esto es Drag Queen Studio, un espacio dirigido por el cordobés Andrés Gallego que trabaja constantemente en dar a conocer la movida drag a través del registro fotográfico y audiovisual: “Este arte sigue evolucionando y, cada año, conocemos nuevas artistas e historias de vida de distintas parte de nuestro país. En esta edición, sobresalió la juventud y el compromiso de un equipo de trabajo que humildemente sigue creciendo día a día, es la hora de expandir el arte al alcance de todo público”.
Mayor expansión y visibilización son algunas de las demandas de quienes forman parte del mundo artístico drag queen. Tanto organizadores como participantes remarcan la necesidad de que los gobiernos, municipal y provincial, reconozcan la relevancia que ha cobrado esta elección nacional y el arte drag queen en los últimos años en Tucumán. Uno de los deseos es que el evento sea reconocido oficialmente y pueda ser realizado en un teatro, en la plaza central o en un club, con el objetivo de que más personas puedan asistir a este gran espectáculo de arte, glamour, competencia, celebración, federalismo y realeza.
Por lo pronto, Argentina tiene una nueva Reina Nacional Drag Queen y vive en Córdoba. ¡A celebrarla!
*Por Dani Brollo para La tinta.
*Dani Brollo es antropóloga por la Universidad Nacional de Córdoba y becaria doctoral de CONICET.
