Números que son goles: ¿el fútbol femenino recibe lo que genera?
Según FIFA, en Brasil, 35 millones de personas vieron el encuentro de su selección contra Francia: es el doble de audiencia que tienen generalmente las finales de la NBA dentro de EE.UU. En Holanda, 1/4 de la población del país siguió el partido ante Japón por octavos. En los 36 encuentros de la primera fase, la ocupación de los estadios fue del 70% y, en 11 partidos, las localidades se agotaron.
Por Gonzalo Reyes para La tinta
Las llaves de cuartos de final se definieron este martes y la última fase del Mundial de Francia comenzará este jueves. Junto al país anfitrión, las selecciones de EE.UU., Noruega, Inglaterra, Italia, Holanda, Alemania y Suecia son las mejores ocho de este certamen y buscarán coronarse como campeonas del mundo.
Desde su comienzo, esta Copa Mundial no fue ni será una más en la historia del fútbol femenino. Su visibilización en los medios de comunicación y el nivel de espectadorxs que ya ha tenido marcan, de manera clara, el potencial que tiene la disciplina si se la incentiva de manera estratégica. El fútbol sigue dando muestras de ser más que un deporte. Es un fenómeno social que lo atraviesa todo, en todos lados.
Al comienzo de este torneo, se conocieron algunos sondeos a nivel internacional que ya daban cuenta de cómo las audiencias comienzan a elegir al fútbol femenino como práctica y material de entretenimiento. Las marcas buscan sponsorear jugadoras y sus publicidades se aggiornan a nuevos relatos. Y, por su parte, FIFA intenta bajar línea y hacer cada vez más real -y menos discursivo- el compromiso de las federación en desarrollar la práctica en cada país.
Pese a todo, algunos aún sostienen que a nadie le interesa el fútbol femenino y que, simplemente, «recibe lo que genera». Es decir, poco y nada. Francia 2019 será la estocada final para derrumbar estas falsas verdades impuestas.
Sobredosis de TV
Definida ya las llaves de los cuartos de final, FIFA dio a conocer, este miércoles, algunos datos oficiales sobre el impacto que tuvieron los encuentros de octavos de final en algunos países.
-Brasil: el nivel de audiencia durante el partido del seleccionado sudamericano ante Francia alcanzó los 35.2 millones de espectadores (de los cuales 30 millones lo hicieron a través de la señal de Globo) marcando un nuevo récord. Para poder dimensionar esta cifra, el periodista Grant Wahl apunta: es el doble de audiencia que tienen las finales de la NBA dentro de EE.UU.
-Holanda: en su partido ante Japón, se logró un nuevo récord de espectadores para el fútbol femenino: 3,5 millones de personas vieron el encuentro. Esta cantidad representa 1/4 de la población holandesa. Sin embargo, el dato más importante es el siguiente: superó a la final masculina de la UEFA Nations League entre Holanda y Portugal, disputada el pasado 9 de junio.
-Suecia: la señal televisiva TV4 tuvo su pico de audiencia en lo que va del año. Fueron más de 1,6 millones los suecos que siguieron el partido ante Canadá.
También se pueden destacar otros datos que se obtuvieron al finalizar la primera fase: entre los partidos de Inglaterra y Escocia, el 50 por ciento de los televidentes del Reino Unido había visto al menos un minuto de juego de esos seleccionados. En Chile, más de 800 mil usuarios únicos vieron a su selección a través del streaming de Chilevisión. En Argentina, el tercer partido ante Escocia alcanzó un pico de 7,7 puntos de rating en la TV Pública, récord para el fútbol femenino, lo que significó el doble de espectadores que se registró en su primer encuentro ante Japón: 3,1.
Crecimiento real y virtual
Todos estos datos surgen de los relevamientos que realiza y publica FIFA en sus redes sociales y sitios web oficiales. Tras finalizar la primera fase del torneo, había exhibido algunos números que daban cuenta del impacto que generó #Francia2019: 433 millones de visitas en los canales digitales oficiales de la FIFA, de los cuales 82 millones fueron vistas en video. Seis millones de likes en Facebook y dominó el 20 por ciento de la conversación vinculada al campeonato en Twitter.
En cuanto a espectadores dentro de los estadios, el promedio de ocupación en los 36 encuentros de la primera fase fue del 70%, de los cuales, en 11 partidos, las localidades fueron agotadas. Vale resaltar que 21 de esos 36 partidos (el 58 por ciento) tuvieron una asistencia total de más de 15,000 personas.
Si de merchandising hablamos, se han vendido más de 60 mil productos en las 44 tiendas oficiales FIFA en las nueve ciudades anfitrionas de la Copa Mundial. Además, en los primeros 36 juegos, los fanáticos del fútbol consumieron 1.816.349 euros en alimentos y bebidas en los estadios.
Grant Wahl, periodista especializado en temas FIFA, señala en su último informe para Planet Futbol: «La venta de tickets para USA-FRA está explotando. Las audiencias de televisión de la Copa Mundial femenina de todo el mundo están estableciendo récords inesperados. Los ingresos de la Selección Femenina de EE.UU. superaron a los de la Selección Masculina en los últimos 3 años. El mensaje es claro para la FIFA y las federaciones nacionales: Páguenle a las mujeres«.
Hasta aquí, la mitad del camino que ha desandado el Mundial de Francia muestra números más que contundentes para dimensionar dos cosas: la actualidad real y el potencial futuro del fútbol femenino. En el Mundial en el que Marta se despidió sin patrocinio de marcas y en el que Ada Hegerberg decidió no asistir en protesta por la desigualdad de género, los números se vuelven goles que demuestran una cosa: el fútbol femenino ya genera mucho y sigue recibiendo poco.
Por Gonzalo Reyes para La tinta
