Encuentro de Artes en el Pasaje La Niña: “El arte nos atraviesa y nos transforma”
Durante cuatro jornadas en mayo, la calle del Barrio La Costanera de Jesús María fue escenario privilegiado de una movida donde las expresiones artísticas fueron de la mano con lo cooperativo, lo comunitario y la organización de vecinas y vecinos para mejorar los espacios que habitan.
Por Soledad Sgarella para La tinta
El piso, las paredes, los alambrados. No quedó dimensión espacial sin el encantamiento del arte en el Pasaje La Niña. ¿Sirve para algo pintar? ¿Cuánto de alquimia hay en llenar de murales el barrio? ¿Es verdad que el arte nos hace mutar?
La respuesta correcta es sí. Lo dicen desde El Espejo, pero lo afirman vecinos y vecinas. Lo desean artistas, pero lo verifican, emocionadas, quienes habitan el barrio. Te lo enseñan en las materias pedagógicas de la facultad, pero, en los ojos de la pibada que juega en esa calle, queda comprobado.
Encuentro de Artes en Jesús María
Arrancó!!!
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ENCUENTRO DE ARTES
¡ en Pasaje La niña
de Barrio La Costanera !.
Compartimos imágenes de la primer jornada, que entre mates, charlas, solcito y pintura se fue armando con todo para seguir trabajando!
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Publicado por El Espejo Jesús María en Jueves, 23 de mayo de 2019
Este encuentro es arte, río, barro
Asomada desde una casa, una pequeña observa todo. Artistas visuales, artistas del escenario, artistas de la palabra están desembarcando. Cargados de equipajes casi épicos, hay bocetos, pinceles, tarros de pinturas, herramientas. Hay mamelucos, hay murguistas que hablan fuerte, hay piezas de cerámica. Hay todo eso, un mundo infinito, y se van a quedar en el pasaje hasta que estalle de color y el arte pueda plasmar las resignificaciones que se fueron construyendo entre vecinos, vecinas y artistas.
El proceso fue mucho más allá de las jornadas artísticas y diseñar la intervención en este espacio público se pensó comunitariamente. “Arrancamos en abril, teniendo reuniones con la comunidad a través del Centro Vecinal, en las que se trabajó desde el relato oral la historia del barrio: memorias, saberes y experiencias populares que hacen a la identidad de sus habitantes. Surgieron de estos encuentros conceptos e ideas que fueron inspiradoras para pensar las intervenciones, materiales y espacios que se resignificaron a través de la obra artística”, cuentan a La tinta desde El Espejo.
En las inundaciones del 2015, el Barrio La Costanera sufrió el desborde del Río Guanusacate. “El río era el hábitat del barrio, era el lugar de juegos y de aprendizajes, y, con la inundación, este paisaje se modificó. Se cayeron los árboles, se cayó la cancha que estaba ahí adentro, todo se lo llevó el río y surgió una movida barrial”.
El colectivo organizador nos relata que todo empezó por la iniciativa de una chica que escribió por Facebook invitando a juntar bolsas para llenar con arena e intentar hacer una contención. “A la convocatoria respondieron unas 15 mujeres y algunos hombres… algunas de las mujeres se ataban sogas a la cintura y bajaban hacia el río y depositaban las bolsas en esa barranca que se había creado. Fue a partir de esos reclamos y movilizaciones que la municipalidad trajo sus maquinarias y que empezaron a llegar las mejoras que desde hacía años el barrio esperaba: iluminación, calles y estas cosas que son reclamos que se venían haciendo y, a partir de esto, empezaron a tener eco. El nombre de este pasaje, que se llamaba La Niña por una de las carabelas de Colón, fue resignificado como homenaje a esta niña/mujer, a estas mujeres que movilizaron el barrio”.
El arte nos moviliza
Los criterios de convocatoria para la participación fueron claros: por la afinidad con la temática y por la versatilidad. El Espejo invitó a artistas permeables a los cambios que pudiesen surgir en el encuentro entre quienes trabajaran desde el arte y el encuentro con la vecindad. Hacer arte en espacios públicos está siempre atravesado por las variables de la comunidad y las interacciones con quienes viven donde se está interviniendo son parte del proceso de producción.
Durante los cuatro encuentros, participaron alrededor de 20 artistas de la pintura, la cerámica, la escultura, la fotografía, la literatura, la música y el teatro, de diferentes lugares de la provincia. Juan Vázquez, Luis “Gato” Enríquez, Mónica Enríquez, Martín Álvarez y equipo de Pico de Tinta (Jesús María); Julieta Fiorino, Seba Badia, Néstor Enríquez y Ana Badía (Sinsacate); Ariel Ramos y Evelina de los Ángeles Silva (Deán Funes); Sergio Villar (Río Cuarto), Javier Fernández (Córdoba), Luciana Muñoz (Valle Hermoso), Marcos Sánchez (Salsipuedes), Carlos Leotta (Villa Animí) y Saúl “Pibe” Molina (Ascochinga), Analía Juan y Marita Freites (Jesús María), Yésica Benavidez, la Escuela de Artes Carnavaleras (Jesús María), Luis Domínguez con Grillo Negro y Negro Bracamonte (Colonia Caroya), Guille Vanadia (Córdoba), Sofi Boscacci y Andy Irusta (Jesús María) fueron las alquimistas del “pasaje hecho arte”, como lo nombran desde El Espejo.
Lo que originalmente era una idea de una muraleada, El Espejo la transformó en un Encuentro de Artistas. El colectivo trabaja en la zona desde hace más de 20 años y propuso este proyecto como “un espacio de identidad que propuso una instancia para potenciar las posibilidades del arte en el espacio público, el intercambio de saberes y la participación comunitaria bajo el concepto de arte y transformación social».
De esta manera, la pintura, con sus diferentes técnicas, el esgrafiado, y los grabados empezaron a contar “una historia”. La arcilla tomada del río Guanusacate fue transformada en cerámica y escultura que se integró a la obra de arte. Metales como la chapa y el hierro adoptaron otros formatos que posibilitaron la participación de vecinos y vecinas”, agregan.
“Una calle super gris, de repente, se llenó de colores, de gente, de niños”, dice en el video una vecina. Esto hace el arte: nos llena de vida, porque nos encuentra y, si nos encuentra, nos moviliza.
*Por Soledad Sgarella para La tinta. Fotos: Sergio Villar y Luis Eduardo Enríquez.