Irrumpen en el predio de El Terrón para denunciar desmontes ilegales
Vecinos de Mendiolaza organizados en la asamblea Salvemos el Terrón, junto con la organización Greenpeace, realizan este lunes una ocupación pacífica del predio donde se pretende alzar el emprendimiento inmobiliario de El Terrón, llevada a cabo por el Grupo Tagle.
Los vecinos que se oponen al proyecto señalan que El Terrón está enclavado en una geografía con graves problemas de sequía y también de inundaciones. “Devastar los últimos relictos naturales en las Sierras Chicas implicaría acabar con la calidad de vida”, aseguraron.
En febrero del año pasado, las localidades ubicadas sobre las Sierras Chicas vivieron una de las peores catástrofes de su historia. Las lluvias provocaron inundaciones que generaron cuantiosos destrozos y víctimas fatales.
La catástrofe había sido anticipada. Investigadores del Equipo de Ordenamiento Territorial del Instituto Superior de Estudios Ambientales (ISEA) difundieron a fines del 2013 un informe que alertaba sobre los riesgos de deslizamientos (tierra, roca y agua) e inundaciones en la zona de las Sierras Chicas de Córdoba, particularmente en la cuenca de los ríos Ceballos y Saldán.
El avance descontrolado de la frontera urbana y el desmonte de bosque nativo eran señalados como los principales factores de riesgo. Los académicos señalaron que las urbanizaciones están ubicadas en zonas de inundación y que este peligro se agrava aún más teniendo en cuenta que en siete años se perdieron dos mil hectáreas de bosque en esta región.
Aún con este contexto, el intendente de Mendiolaza, Daniel Salibi, aprobó la instalación de El Terrón, un mega-emprendimiento de 280 hectáreas compuesto por cinco barrios privados más una cancha de golf de 18 hoyos. Para tal fin, la empresa Tagle avanzó contra cientos de hectáreas de bosque nativo.
Después de años de reclamos, a comienzos de agosto fue noticia la clausura preventiva de la fase 2 de las obras, llevada a cabo por Policía Ambiental, al no estar todavía autorizada para trabajar. Pero los desmontes continuaron a los pocos días.
«No somos unos delirantes. A las consecuencias del desmonte las vivimos en carne propia y todos los estudios de la Universidad nos dan la razón. «, expresó una de las vecinas que integra la asamblea vecinal.
Los vecinos presentaron además un amparo ante la Justicia para solicitar el cese de las obras y la recomposición del daño ambiental, que se ha generado por los desmontes. Tal recurso fue rechazado en primera instancia por cuestiones formales, aunque este miércoles se aceptó la apelación presentada por el abogado Federico Macciocchi. Ahora el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) debe expedirse al respecto en los próximos días.
Hartos de esta situación, los asambleistas decidieron este jueves irrumpir en el terreno para visibilizar la problemática.