¿Por qué España incumple la ley cuando vende armas a Arabia Saudí?
Arabia Saudí lidera una colación internacional que bombardea Yemen desde marzo del 2015 y España le provee armamento.
Por Núria Segura Insa para El Salto
Pese que el ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, califique las 400 bombas láser que venderá a Arabia Saudí como armamento de “precisión extraordinaria” que “no produce efectos colaterales”, la realidad es que está incumpliendo la ley. No es el primer gobierno que lo hace, pero sí que lo justifica o, por lo menos, de esta manera.
El artículo 8 de la Ley sobre el control del comercio exterior de material de defensa y doble uso (aprobado el 28 de diciembre del 2007) es taxativo con esto y dice que se prohíbe la venta de armas en las siguientes situaciones: “Cuando existan indicios racionales de que el material de defensa, el otro material o los productos y tecnologías de doble uso puedan ser empleados en acciones que perturben la paz, la estabilidad o la seguridad en un ámbito mundial o regional, puedan exacerbar tensiones o conflictos latentes, puedan ser utilizados de manera contraria al respeto debido y la dignidad inherente al ser humano, con fines de represión interna o en situaciones de violación de derechos humanos, tengan como destino países con evidencia de desvíos de materiales transferidos o puedan vulnerar los compromisos internacionales contraídos”.
En este contexto, Arabia Saudí está liderando una coalición internacional que bombardea Yemen. Por eso, el armamento que le ha brindado España puede servir para perturbar la paz regional, exacerbar conflictos latentes y puede emplearse para contra el respeto y la dignidad inherente al ser humano.
Yemen vive totalmente dividido entre un sur, que es de mayoría sunita y que Al-Qaeda utiliza como un campo de entrenamiento; mientras que el norte está en manos de los hutíes, de origen chiita, desde enero del 2015. El 85 por ciento del mundo musulmán es sunita y Arabia Saudí, país fronterizo con Yemen, no es ninguna excepción. El único país con mayoría chiita es Irán, que se disputa la hegemonía política con Arabia Saudí en la región.
Riad, por eso, no podía permitir que su enemigo estuviera a la vuelta de la esquina y en marzo del 2015 empezó a liderar una coalición de la Liga Árabe, que no ha dejado de bombardearYemen. Esto ha producido una catástrofe humanitaria en el país más pobre de la región. En estos tres años y medio de guerra han perdido la vida más de 10.000 personas, los niños se están muriendo de cólera y/o hambre y, prácticamente, no pueden entrar voluntarios ni médicos de fuera por la brutalidad de la guerra.
La firma de este acuerdo se rubricó en mayo del 2015 y con el antiguo gobierno (dos meses después que Arabia Saudí empezara a bombardear Yemen). Ahora bien, el actual Ejecutivo de Pedro Sánchez podría haber hecho historia parando la venta de armas a Arabia Saudí. No lo ha hecho y como su antecesor ha violado la ley española, pero también ha contribuido que el mundo sea más inestable, que la guerra en Yemen se perpetúe y que se siga asesinando brutalmente a su población. Las bombas serán de precisión, pero las muertes que provocarán no. Como siempre, las víctimas serán de la población civil. No olvidemos que daños colaterales es un eufemismo, ya que se refiere a civiles muertos.
*Por Núria Segura Insa para El Salto