Mamita Peyote: disfrute y laburo musical
La banda rosarina que -desde hace siete años- reparte ritmo por suelo que pise, llega a Córdoba este viernes. En un concierto gratuito, vienen a presentar “Runfla Calavera», nuevo disco en el que recorren rocksteady, reggae, soul, ska-Jazz, gypsy-rock, swing, funk, cumbia, hip hop, balkan y latin pop.
Por Soledad Sgarella para La tinta
Charly Bertolin en guitarra, Euge Craviotto Carafa en voz, Carlos Cubero en bajo, Alejandro Machuca en saxo, Javier Díaz en trompeta, Sebastián Cudos en batería y Patricio Tomassini en teclados, son los integrantes del bandón rosarino Mamita Peyote.
Desde el 2011, el grupo -con dos discos en su haber- viene compartiendo escenario con artistas de gran talla, como S.O.J.A, Mimi Maura, Los Palmeras, Dancing Mood, The Wailers, Dread Mar I, Los Cafres, Miss Bolivia, Armandinho, Los Tipitos y Nonpalidece -entre otros- y generando movidas en la escena musical de la provincia vecina y del país.
Vienen a Córdoba a presentar su nuevo disco en un concierto con entrada libre, y La tinta habló con Euge Craviotto Carafa para que nos cuente de qué se trata “Runfla Calavera” y cómo armaron el financiamiento colectivo que les permitió grabarlo, en un contexto donde los recortes en las políticas estatales y el clima socio económico está dificilísimo para todos los y las trabajadoras en general, y para quienes producen cultura, en particular.
—¿Hacia dónde va este segundo disco? ¿qué proponen?
—El disco propone mantener la misma línea del primero en cuanto a la cuestión de géneros musicales. Una de las particularidades de la banda es que combina varios géneros musicales. El que va a escuchar Mamita Peyote va a escuchar un rato de funk, un rato de reggae, un rato de rock, un rato de swing, un rato de cumbia, un rato de gipsy punk. Es un poco lo que nos gusta: mezclar estos distintos géneros, que es lo que nosotros también escuchamos, y hacen a nuestro espíritu, del disco en sí y de la banda.
La propuesta es la fiesta ¿no? La fiesta en cuanto a música, a pasarla bien, a conectarse… nos pasa algo muy loco, un ir y venir hermoso de una energía que se gesta ahi, con el público, que la verdad es cada vez más fuerte y nos tiene enamoradísimos.
Lo que proponemos es eso, que la pasen bien escuchando el disco, que se sientan bien, que lo disfruten.
—¿Cómo fue la experiencia del financiamiento colectivo?
—Fue una experiencia muy desafiante, nosotros como tantos otros músicos independientes y auto-gestionados recurrimos a esta herramienta del financiamiento colectivo para poder llevar a cabo nuestro proyecto y en este caso, particularmente nuestro segundo disco. Descubrimos esta herramienta y la verdad que nos pareció maravillosa, de alguna manera es estar directamente en contacto con las personas que nos hacen el aguante, nuestros fans. Ellos pudieron comprarlo por adelantado, al disco, que todavía no estaba grabado, y así lo pudimos hacer, así pudimos juntar la plata. Llegamos al objetivo y pasamos el objetivo, se cumplieron ampliamente nuestras expectativas. Ellos venían escuchando los temas, algunos los veníamos tocando y otros no, así que cuando escucharon el disco se sorprendieron gratamente, porque así nos han hecho saber con los mensajes de cariño y apoyo. Fue hermosa la experiencia la verdad, es super recomendable, es una herramienta que tenemos ahí a mano todos los músicos independientes y celebramos que haya aparecido, en este mercado artístico.
—Describinos la escena rosarina hoy… ¿como la ven?
—La vemos con mucho talento y no es porque seamos rosarinos, pero la vemos así. La verdad que lo mismo nos pasa con otras escenas, tenemos la suerte de estar viajando y haciendo intercambio todo el tiempo, y vemos el talento, las ganas de hacer música, de celebrar esa palabra: la música como laburo, como herramienta de trabajo, por todo el país. A lo largo y a lo ancho.
Específicamente en Rosario, bueno, siempre fue un poco semillero de grandes músicos y con un público también bastante particular. Estamos muy contentos de formar parte de esa escena, con mucho honor. Por ahí haría falta, lo que pasa siempre en todos lados, un poco más de lugares, de herramientas, relacionándolo con la pregunta anterior, pero bueno, eso sucede en todas partes.
—¿Qué lectura hacés/hacen de las actuales políticas culturales a nivel nacional? ¿se sienten los recortes y la embestida neoliberal en el campo cultural?
—Siiii… por supuesto que sí. Es imposible quedar exento del tremendo timonazo en el cambio de criterio, de administración, en el gobierno. Veníamos de un campo mucho más nacional y popular, donde se habían planteado cuestiones mucho más inclusivas, como por ejemplo, la Ley de medios, que eso nos favorecía directamente, porque dentro de esa ley había un artículo que establecía que el 30% de la música que suena en las radios tiene que ser nacional. De ese 30, un 15% tiene que ser música independiente, por ejemplo, como Mamita Peyote.
Y bueno, eso no se está cumpliendo… se había empezado a cumplir, nos estaban pasando un montón en las radios, la gente se había copado con esa iniciativa.
Pero esto es algo mínimo ¿no? Ahora la gente se le hace muy difícil llegar a fin de mes, pagar los servicios básicos para poder vivir directamente, cocinar, bañarse, no morirse con el frío que hace, por ejemplo. Entonces se hace muy difícil. Con el cambio de criterio administrativo es complicado que ahora le sobre un peso a la gente para ir a un recital, para comprarse un disco…. la verdad que es terrible.
Estamos totalmente en contra de los gobiernos neoliberales y todo lo que ellos representan. Pensamos que en esencia humana es lo peor, como humanos, a lo que hemos llegado: un gobierno de ceos, de fachos, orquestando ganar más plata para ellos y dejando sin nada al groso de la población, que es el laburante, que somos todos, las hormigas, los que hacemos el día a día de la Argentina. Así que la lectura que hacemos es que es un garrón, verdaderamente un garrón: que se haya elegido este gobierno, que va para atrás con cosas positivas que se habían hecho en los últimos doce años minimo, yo creo que es un garronazo y no lo vemos bien; es un gobierno de ricos para ricos y nada más.
No estamos cómodos, ahora también se quiere cambiar una ordenanza en la Ciudad de Buenos Aires… con el eufemismo de ruidos molestos. Está ahí circulando la carta, el Sindicato de músicos porteños la hizo circular. Se pretende limitar la actividad musical de los compañeros que trabajan en la calle, y así, si se aprueba eso, la policía podría llevarte el instrumento. Es eso, una embestida contra muchísimos derechos, y en sí, sobre el concepto de la libertad, de lo humano, que me parece que retrotrae terriblemente.
► Mamita Peyote. Viernes 27 a las 22 hs. Entrada libre y gratuita retirándola en Lado B música (Tucumán 105). En Espacio 75 (Rodríguez Peña 1623, Alta Córdoba).
*Por Soledad Sgarella para La tinta.