Un halcón de la Casa Blanca en América Latina intenta desestabilizar a Venezuela
Mike Pence, vicepresidente estadounidense, se encuentra en América Latina con el único objetivo de sumar apoyos para atacar a Venezuela.
Por Redacción La tinta
Brasil y Estados Unidos acordaron presionar al gobierno de Nicolás Maduro para que “restaure” la democracia en Venezuela, expresó el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, tras reunirse con el mandatario brasileño Michel Temer, en Brasilia.
Pence, que se encuentra de gira oficial por América Latina, mantuvo un encuentro bilateral con Temer el pasado 26 de junio. Luego de la reunión, el vicepresidente de la Casa Blanca comunicó en su cuenta Twitter: “Nos comprometimos a presionar al régimen de Maduro para restaurar la democracia en Venezuela”. Pence, un halcón entre los funcionarios de Donald Trump, también resaltó “la gran amistad” entre Estados Unidos y Brasil y destacó las conversaciones que mantuvo sobre “comercio, migración, seguridad y oportunidades de asociación en el espacio”.
En tanto, desde el gobierno brasileño indicaron que “Temer afirmó que Brasil y Estados Unidos poseen lazos históricos y tradicionales; Pence, por su parte, resaltó la relación económica entre los dos países y elogió los esfuerzos de Brasil para lidiar con la crisis en Venezuela”.
Al brindar una conferencia junto a Temer, el vicepresidente estadounidense agradeció las nuevas sanciones anunciadas por la Unión Europea (UE) contra once funcionarios venezolanos y el proceso de suspensión del país caribeño de la Organización de Estados Americanos (OEA). Al mismo tiempo, Pence, que nada dijo sobre la crisis interna que vive Brasil, demandó “acciones más fuertes” contra Venezuela.
“Hacemos un llamamiento a Brasil y a los países amantes de la libertad para dar más pasos para aislar al régimen (…) nuestra convicción es clara: mientras Maduro niegue la democracia y los derechos básicos a su gente Venezuela seguirá en colapso y el pueblo de Venezuela seguirá sufriendo”, advirtió Pence.
El vicepresidente además anunció que de una partida extra de diez millones de dólares que Estados Unidos dedicarán a los inmigrantes venezolanos, un millón irá destinado a Brasil para que refuerce los proyectos de acogida. Brasil es, después de Colombia, el país de América Latina que más inmigrantes está recibiendo en los últimos meses por parte de Venezuela.
Desde Brasil, Pence también se refirió a la crisis migratoria en Estados Unidos, situación que la Casa Blanca viene sorteando con medidas represivas condenadas a nivel internacional. El vicepresidente exigió a los países latinoamericanos que respeten las fronteras estadounidenses. “Lo diré con mucho respeto: así como nosotros respetamos sus fronteras insistimos en que respeten las nuestras”, amenazó Pence. “Construyan sus vidas en sus lugares de nacimiento, y estén seguros de que sus vecinos de Estados Unidos y en este ‘Nuevo Mundo’ están trabajando juntos para garantizar un gran futuro para las naciones de este hemisferio”, finalizó.
Quien alertó sobre la presencia de Pence en América del Sur fue el presidente de Bolivia, Evo Morales, que advirtió que la gira oficial tiene como objetivo instigar un golpe contra la democracia de Venezuela.
El mandatario boliviano declaró, a través de su cuenta Twitter, que “pese a los fracasos anteriores”, el vicepresidente estadounidense “viene a Latinoamérica a instigar un golpe contra la hermana Venezuela, con la bandera falsa de la libertad”. “El imperio debe entender que América Latina es zona de paz y de lucha por liberarse del intervencionismo”, expresó Morales.
Desde Venezuela, el encargado de apuntar contra Pence fue el canciller Jorge Arreaza, que lo calificó de “violador de los derechos humanos” de inmigrantes. “Vaya ironía e hipocresía” que Pence, “cuyo gobierno racista separa familias y enjaula niños inocentes, pretenda inmiscuirse en los asuntos de nuestra región”, aseveró el funcionario.
El vicepresidente estadounidense llegó ayer a Ecuador, donde permanecerá dos días para luego viajar hacia Guatemala. En su estadía en Quito, el gobierno del presidente Lenín Moreno y los funcionarios de Washington tiene una agenda que incluye temas como comercio y defensa. Desde las asunción de Moreno, las relaciones con Estados Unidos se estrecharon, situación que es duramente criticada desde diferentes sectores sociales.
En una entrevista realizada por Sputnik News, Giovanna Tassi, periodista y ex directora de Radio Nacional de Ecuador, se refirió en duros términos a la presencia de Pence en el país. “Hemos vuelto a un Ecuador anclado a las políticas de los años noventa. Ahora regresa un vicepresidente de los Estados Unidos y se sentarán las bases de la política exterior que piden las élites: discutir un acuerdo de libre comercio, la agenda de seguridad en la frontera, la lucha contra las drogas, los derechos humanos en Venezuela y Nicaragua”.
Tassi reveló además que existen “temas secretos” en la agenda del gobierno ecuatoriano y Pence, como la situación de Julian Assange, fundador de WikiLeaks, refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, ya que es “una piedra en el zapato para Washington”. A esto se suma “ver si el Comando Sur puede tener de nuevo una base militar en Manta, la misma que cerró el ex presidente Rafael Correa en 2009”, destacó la periodista.
“Con la visita de Pence, Moreno quiere asegurarse una especie de estabilidad social que necesita porque sus llamados al diálogo no han servido para nada, dado que ha habido un cambio radical en el equipo que toma las decisiones. Correa no está aquí en Ecuador y las encuestas demuestran que Moreno ha perdido mucha credibilidad. Ha pasado un año culpando al presidente anterior. El tema ya está desgastado. Pero van a hacer todo lo posible para que Correa no vuelva a Ecuador. No creo que lleguemos al nivel de encarcelarlo como lo han hecho en Brasil con el ex presidente Lula”, concluyó Tassi.
En abril de 2018, Pence viajó a Lima, Perú, para asistir a la Cumbre de Las Américas con el propósito de sumar apoyo en busca de una intervención contra el gobierno venezolano.
*Por Redacción La tinta
