Las musas de la nueva rebelión
“Te la vas a tener que bancar porque somos muchas más”, cantaba e improvisaba Sara Hebe sobre el final del recital el pasado viernes 3 de Noviembre, en la ciudad de Córdoba.
Por MEDIONEGRO
A principios de los años ´90, cuando las redes sociales estaban muy lejos de nuestro imaginario, cuando el único medio de comunicación eran la cartas que nos traía el cartero o cuando las revistas sobre música eran Rock & Pop, Pelo, Madhouse y lo under llegaba a través de los fanzines. Cuando el CD estaba al alcance de unxs pocxs y el cassette era nuestro tesoro más preciado. En esos tiempos, cuando el rock, el punk, el hardcore, el rap, el hip-hop eran escuchados en galpones tomados, en una plaza o en el patio de alguna casa amigx, cuando todo parecía estar por llegar, por hacerse, aun así, en ese momento de fraternidad musical, nunca dejó de existir el machismo en el mundo de la música . Las mujeres siempre fueron criticadas en ese mundo que pareciera ser solo de “hombres”.
Cuando hacíamos todo eso, ¿qué pasaba? Por lo general quienes estaban ahí, solo cumplían el rol de compañeras o detrás de la barra, en la puerta o en la venta de fanzine, o simplemente la de “ groupies” . Las que se animaban a subirse al escenario y escupir lo que pensaban no siempre tenían el mismo reconocimiento que los varones músicos. Con el tiempo las cosas fueron cambiando, y los modos de producir fueron mutando, las mujeres músicas fueron ganando terreno. Comenzaron a surgir bandas completamente integradas por mujeres, comenzaron a estar detrás de una consola, a organizar sus propios recitales, armando sus propias redes. Los cambios comenzaban a llegar y el mundo de la música no quedaba ajeno a esto, y como dice Sara: “¡Te la vas a tener que bancar porque somos muchas más!”.
La palabra «Música» deriva del griego “mousiké” como referencia a las musas, fuente de inspiración y que tienen un carácter femenino al derivar de otra palabra femenina “mousa”. Hoy en el mundo cultural y artístico somos nuestras propias musas, nos inspiramos y cantamos y pogueamos, porque nos movemos juntas.
No quisiera desaparecer
Las negras de este medio o medionegras y uno de nuestros compañeros, -porque ellos se la bancan y nos bancan hasta el final- nos fuimos a encontrar con Sara Hebe, Edu Morote y Ramiro Jota para charlar y realizar un video agitando a la 11° marcha de la gorra que en breve nos convoca a todxs. Después de varios whatsapp que fueron y vinieron por una semana entera, donde Sara y Edu estuvieron todo el tiempo dispuestos a contestar, nos encontramos en Babylon, más lleno que nunca. Un babylon que olía a cuerpas sudadas.
Fémina, tres chicas de San Martín de los Andes, comienzan a tocar los primeros acordes de una noche que nos atravesará a todes lxs que estuvimos presentes ahí. Estas tres chicas hermanas/amigas, desde hace 12 años que vienen fusionado el rap, el folk y candombe en una poesía interpeladora. Su música llega profunda en nuestras cuerpas, “en nuestros senos, que nos duelen de ser mujer, por esa sexualidad que nos habita a pesar de nuestra voluntad. Habrá que ceder, exigirse existir y extinguir el ser que duele, y ser sin doler.” Palabras que se transforman en movimiento.
Del movimiento al silencio por Santiago… “¿Qué carajo hicieron con Santiago?”. “¿Y con Azul?”, se escucha desde el fondo.
Sofía “Toti” Trucco, una de las hermanas que anunció esa noche que está embarazada pidió 30 segundos por Santiago Maldonado. Babylon se llenó de silencio dolido, de ese silencio que a veces dificulta el respirar, de ese que pide justicia y grita ¡Santiago Maldonado presente, ahora y siempre! El silencio perduró dejando un sabor a más, alguienes del público comenzaron a cantar, decididamente y en alto “la sangre de lxs caidxs se reveló… las balas que vos tiraste te van a volver”. Un solo canto, un canto que las Fémina acompañaron con sus instrumentos, un canto que nos llenó el corazón por unos minutos.
“No quisiera desaparecer antes de mojarme otra vez los pies en la luna”
Cantaron y nos regalaron una canción inspirada en el flaco Spinetta. Una noche colmada de amorosidad y luna llena. Así se presentaron las Fémina.
El agite
Y llegó el sonido en delay, las luces rojas y Sara Hebe como una aplanadora. A pesar del cansancio por las horas de viaje en colectivo que solo le permitió bajar del bondi y subir al escenario para dar su primera tocata, a pesar de encontrarse con las medionegras para filmar agitando a la 11° Marcha de la Gorra para salir a las apuradas a comer y llegar a tiempo para el segundo show, a pesar de todo eso, Sara y su banda subieron a entregarlo todo.
«Vamos las pibas», agitaba Sara, mientras el pogo dejaba algunas cuerpas libres de sostenes y alejaba colectivamente a los machos que intentaban romper la armonía. Las letras de Sara están llenas de un power que nos interpela y nos empodera. Los tiempos van mutando y el ritmo cambia la forma, ahora somos nosotras haciendo pogo en los recitales. Ya dejamos de ocupar solo el lugar de la puerta para cobrar una entrada o poner un sello. Ahora nos subimos al escenario en manada para agitarla. No nos callamos más, sacaremos, destaparemos a cuanto machito, misógino, pedófilo se encuentre en este mundo que también nos pertenece y te la vas a tener que bancar. Así como hicimos con Cristian Aldana, Cordera, Salta la Banca, La ola que quería ser chau, entre muchas más. Desafiamos creando nuestra propia revuelta cultural. Antes que histéricas, históricas. Más históricas que nunca.
“Nombremos, hablemos, digamos lo que hay para decir no nos callemos (…) Si la palabra te ignora calla para siempre o habla ahora.”
Fueron varios los momentos en los que Sara nos interpeló con sus decires. En uno de ellos, nos trajo a Azul Montoro y a todas las compañeras trabajadoras sexuales travestis asesinadas, trajo la imagen de aquel video que se viralizó tanto por las redes en donde se ve a dos pibes bajarse de un auto y agarrar a patadas a una trabajadora sexual travesti, una situación que viven cotidianamente las compañeras trans de esta ciudad. Hechos que son denunciados y quedan guardados en un cajón. Sara también se dirigió concretamente al estado, a ese estado ausente que criminaliza y asesina todos los días.
“Desesperada, desesperanzada, ya no creo en casi, casi nada. Entonces creo, creo en mis amigos, creo en mis amigas, en mi compañero, en mi compañera.” Viernes 3 de Noviembre, un recital que quedará en nuestros corazones, en nuestras cuerpas. Porque así como necesitamos de esos silencios que se producen en una charla, como dijo Sara, también necesitamos de estos otros momentos que nos dejan con los sentires a flor de piel, con la cuerpa sudada, y totalmente empoderadas. Y sobre todo, con más fuerzas para salir a las calles, ese lugar del que no nos sacarán y en el que vamos a seguir denunciando, protestando, gritando por lxs que no están.
Gracias Fémina, gracias Sara, Edu, Ramiro, a las chicas de la barra que trabajaron a full y que tan bien nos atendieron. Acá nos hay ídolos ni estrellas, acá no hay cuarta pared entre lxs músicos y el público, acá sabemos que estamos todxs juntxs porque somos muchas más y te la vas a tener que bancar.
*Por MEDIONEGRO
