Festival Invicines: por un cine desde los otros
Entre el 2 y 9 de septiembre, se proyectarán más de 70 producciones audiovisuales, se dictarán talleres y se promoverán espacios de reflexión y debate, en el contexto de una iniciativa que pretende visibilizar problemas y conflictos sociales y “rescatar al cine que no tiene pantalla”.
Por Carolina Rojo para La tinta
«Ahí donde está esa mirada que llega donde otros no ven.
Ahí donde la realidad se vuelve hasta irreal…
choca, duele, perturba, molesta.
Ahí donde las grandes cadenas cinematográficas no llegan.
Ahí… desde la mirada de los niños, los jóvenes, los hombres, las mujeres.
Ahí donde la vida aguarda, resiste, sueña, se vive y renace cada día, en cada charla cotidiana, en cada lucha.
Ahí, en la mirada colectiva, con el paso firme en la tierra y los ojos con esperanza.
Ahí donde los invisibles construyen día a día los días, las casas y los sueños.
Ahí, sacando a la luz lo que ocultan desde arriba.
Ahí, donde algunos se empeñan en abrir nuevos mundos.
Ahí, precisamente ahí, emerge Invicines, el cine de los Invisibles».
María José Farías.
El Festival de Cine Social Invicines (el cine de los invisibles) surge en 2015 por una necesidad de dos talleristas cordobeses de que las producciones audiovisuales de los talleres que brindaban en contextos de encierro, salgan, se vean, traspasen los muros que sus realizadores no podían traspasar. Así surge un festival que pretende dar pantalla a obras que no la tienen y a artistas a los que la sociedad llena de etiquetas negativas.
Año a año, la organización recibe cortometrajes de todo el país, Latinoamérica y el mundo, provenientes de escuelas primarias, secundarias, terciarias, universidades, talleres independientes de instituciones formales y no formales, cárceles, instituciones psiquiátricas, hogares de día, etc. El festival no propone una temática definida, porque pretende que los temas surjan solos y así tener un panorama general de los problemas y reivindicaciones que interesan y preocupan a diversos grupos humanos. Así han pasado cortos que versan sobre niñez, ambiente, bullying, violencia de género, código de faltas, estigmatización de la pobreza, embarazo adolescente, naturaleza humana, terror y leyendas urbanas, adolescencia, hip hop, diversidad, encierro…
Además de la proyección de cortos, se propone la exhibición de largometrajes de temáticas sociales disparadores de debates que quizás en otros espacios no se dan. Este año se proyectará Zaratustra aindá falá, de Luiz F. Machado (filmada en una cárcel de Brasil, con los presidiarios como protagonistas y equipo técnico), La cena blanca de Romina, de Francisco Rizzi y Hernán Martín (película que gira en torno al contexto social y cultural del caso Romina Tejerina), y Sueños de dragón, de Carolina Bravo (acerca de un grupo de danza inclusiva de Salsipuedes).
Pero no es un festival sólo de proyecciones, también se aprende. Todos los años se dictan tres tipos de talleres: para todo público, en contextos de encierro y de cine express. Los talleres libres de este año serán “Filmar lo cercano”, con Darío Almagro (cómo filmar con tan sólo ‘una cámara en la mano y una idea en la cabeza’) e “(In) Corpore”, con Caleidoscopio cooperativa audiovisual (taller / laboratorio de fotografía con perspectiva de género). Además, se brindará un taller de rap y videoclip en el Cesam (con mujeres menores detenidas) y se realizará una proyección debate en la Cárcel de Bouwer de Mujeres. El taller de cine express (rodaje de un cortometraje en el transcurso de un día) será con la Asamblea de Trabajadorxs de Ciencia y Técnica de Córdoba.
Este año se anexan al festival un Conversatorio de cine en contextos de encierro, en el que dialogarán experiencias de Salta, Santa Fe y Chile. Esta nueva sección surgió de una necesidad que el equipo percibió el año pasado, cuando luego de la proyección de cortos de cárceles e institutos de menores, a la que se habían acercado docentes–realizadores de varios puntos del país, faltó tiempo para este intercambio de formas de hacer y de organizarse. Otra característica distintiva de este año será que cada sección de cortos y la proyección de largos, estará acompañada por referentes sociales cordobeses que presentarán y abrirán el debate posterior.
Y como estas dos últimas cosas, a cada paso pretendemos estar atentos, mirar a nuestro alrededor con todos los sentidos alertas para seguir construyendo un Invicines comunitario, no algo estanco, sino en constante movimiento. Y lo más importante, sin dejar de tejer redes que fortalezcan la mirada y el hacer… una mirada más colectiva y menos individualista.
► Invicines tendrá lugar del 2 al 9 de septiembre en el Cineclub Municipal, el Auditorio Luis Gagliano (SiReLyF) y el Centro Cultural Alta Córdoba. Todas las actividades son libres y gratuitas.
*Por Carolina Rojo, realizadora audiovisual y organizadora de Invicines, para La tinta.