Lonko Jones Huala desde la cárcel: “La represión es brutal”
El lonko mapuche Facundo Jones Huala habló en exclusiva con lavaca desde la Unidad Penitenciaria Federal N°14 de Esquel, luego que el juez federal de Bariloche Gustavo Villanueva ordenara su detención por un pedido de captura internacional para ser extraditado y juzgado en Chile.Según la abogada Elizabeth Gómez Alcorta, la detención del lonko se trata de una “aberración jurídica” porque es por el mismo delito que un juicio declaró nulo el año pasado y que espera resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Qué hay detrás de la persecución a la comunidad mapuche en Chubut.
Por lavaca
Facundo Jones Huala, el lonko del Pu-Lof en Resistencia del Departamento de Cushamen, atiende el teléfono del pabellón 6 de la Unidad Penitenciaria Federal N°14 de Esquel (Chubut). Habla en exclusiva con lavaca luego que el juez federal de Bariloche Gustavo Villanueva ordenara su detención por un pedido de captura internacional para ser extraditado a Chile. La persecución al pueblo mapuche lleva años y tiene una escalada puntual desde el 13 de marzo del 2015, cuando el Pu-Lof en Resistencia inició la recuperación de tierras ancestrales en el paraje Vuelta del Río, en una de las estancias de la multinacional Benetton. Sufrieron amenazas, represiones y una causa que intentó aplicarles la Ley Antiterrorista.
No es la primera vez que detienen a Jones Huala. El 27 de mayo de 2016, un violento despliegue de efectivos policiales, Gendarmería y GEOP detuvo al lonko por un pedido de captura desde Chile. Ese mismo día, horas después y con el lonko ya preso, las fuerzas policiales volvieron a la recuperación y desalojaron a golpes y gases lacrimógenos: hubo heridos y detenidos, y dos mujeres con cuatro niños –el menor de 1 mes, el mayor de 8 años- pasaron la noche a la intemperie, con 10 grados bajo cero, custodiadas por Gendarmería.
La nueva detención se produjo el 27 de junio, horas después que el Presidente Mauricio Macri visitara en Santiago a Michelle Bachelet en el Palacio de la Moneda, y motivó un repudio generalizado que se manifestó en protestas no sólo en la Patagonia, sino también en Capital Federal: la Policía de la Ciudad reprimió este martes una concentración frente a Tribunales. El saldo: siete personas detenidas, cuatro varones y tres mujeres. En enero, el Pu Lof en resistencia había sufrido tres operativos violentos por parte de la Gendarmería, Infantería y policía provincial, que golpearon y dispararon contra niños y mujeres. Hubo diez detenidos y varios heridos de gravedad, internados. A uno de ellos le fracturaron la mandíbula de un balazo y otro estuvo en terapia intensiva con traumatismo de cráneo.
Por eso, desde la cárcel, dice Jones Huala a lavaca: “Quieren apagar el fuego con nafta. Mi primo perdió la mandíbula, mi hermano el oído. Aquí también hay desaparecidos, torturados. El terrorismo se ejerce del Estado a los mapuche, no de los mapuche al Estado”.
Una aberración jurídica
Luego de esta nueva detención, la comunidad Pu-Lof en Resistencia realizó protestas para exigir su liberación, en compañía con la presentación de hábeas corpus por parte de las abogadas Sonia Ivanoff y Elizabeth Gómez Alcorta. ¿Cómo se explica esta detención? “La detención de Facundo Jones Huala obedece a la misma orden de captura internacional que había sido emitida en virtud de un pedido del Estado chileno con fines de extradición por los hechos que finalmente fueron materia de juicio de extradición el 31 de agosto y 1 de septiembre del año pasado”, dice Gómez Alcorta. Ese juicio oral fue declarado nulo por el juez federal Guido Otranto ya que no se cumplieron las garantías del debido proceso: el dato que permitió ubicar a Jones Huala en Argentina fue obtenido bajo torturas a un testigo.
“Para la Argentina Facundo debería estar en libertad, si es que no apareciera otra nueva causa, que hasta el momento no apareció. El juicio y todo el proceso de extradición fue declarado nulo”, aclara Gómez Alcorta. Luego de ese proceso, la fiscal Silvina Ávila y el procurador Eduardo Casal pidieron a la Corte Suprema que revocara la nulidad y concediera la extradición a Chile. Desde noviembre del año pasado, la Corte aún tiene pendiente de resolución ese trámite.
Las abogadas Gómez Alcorta y Sonia Ivanoff denunciaron penalmente al juez Villanueva y el fiscal Jorge Bagur Creta por la “privación ilegal de la libertad” de Jones Huala, que quedó radicada en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°6. También presentaron un escrito ante la Corte Suprema para que se expida sobre la situación de Jones Huala.
“No se ha dictado una nueva orden de captura internacional, ni tampoco existe un nuevo requerimiento de extradición de parte del Estado chileno”, sostienen las letradas.
Gómez Alcorta: “La detención obedece a la misma causa, por el mismo requerimiento de extradición y por la misma orden de captura que tuvo como eje aquel juicio, lo que implica una doble persecución, es decir, dos procesos de extradición simultáneos, concomitantes, contra la misma persona. Esto es ilegal, inconstitucional”.
La progresiva criminalización
Jones Huala había iniciado una huelga de hambre en protesta por las condiciones de detención. “Estoy reponiéndome de a poco de algunas cosas, saliendo del aislamiento. Levanté la huelga: me habían sacado mis remedios, me metían en buzones, que se sumaban al doble juzgamiento. No me pegaron, pero sí no me querían dejar tener contacto con la comunidad. Ahora estoy con ánimo por toda la movilización que se ha formado. Es interesante y demuestra todo lo contrario de lo que plantea el poder judicial y de lo que agita como fantasma el poder político”.
¿Qué significa esta nueva detención?
Es parte de la constante y progresiva criminalización de la lucha mapuche. Es una forma de reprimir el crecimiento de la conciencia, de nosotros como luchadores, como conciencia del pueblo, como conciencia social. Se inscribe al tener un gobierno tan empresarial como el de Mauricio Macri y neoliberal como el de Bachelet, teniendo en cuenta que hubo una reunión entre ellos dos justo cuando caigo detenido. Es una situación de clara persecución política, más que nada tratando de reprimir y amedrentar desde lo simbólico, porque esto me trasciende a mí mismo. Es una situación que se da para amedrentar al pueblo mapuche movilizado como también a otros sectores que pudieran tomar como ejemplo la lucha mapuche.
Además de tus dos detenciones, hubo represiones muy violentas sobre la comunidad.
Es la misma represión que se vio hace un rato en Buenos Aires. No eran personas directamente mapuche sino gente que simpatiza y apoya la causa. Es muy grave la política represiva que está tomando el Estado. Teniendo en cuenta que nosotros ya habíamos sido reprimidos por el kirchnerismo, la represión que se está viviendo ahora es brutal, mucho más profunda, más direccionada y la escalada represiva se ha incrementado. Macri es amigo de Lewis, Lewis es socio de Benetton. El estado de derecho que dicen defender queda violado al ver las situaciones que estamos pasando.
¿Cómo está el proceso de la recuperación en Vuelta de Río?
Sigue más firme que nunca. Ha crecido mucho. Han salido a la luz algunas comunidades que se han movilizado. En Río Negro están planteando una Ley de Tierras para convertir las tierras en unidades productivas. Lo que ha sucedido es que el movimiento ha ido creciendo cada vez más y la propuesta se está instalando con mayor fuerza, se está arraigando y eso es lo que se intenta reprimir, porque más que la cantidad –y que importa- es la calidad del movimiento lo que a ellos les preocupa. Les preocupa la calidad política, la calidad filosófica, el contenido de la propuesta integral. Eso lo que le da temor al sistema porque tampoco tienen herramientas reales para reprimir situaciones que quizá si conoce de otros movimientos, con todo respeto que merezcan, pero el emergente de la lucha mapuche es algo de lo que no tienen un análisis correcto, porque para ellos es un fenómeno extraño y novedoso, por más que seamos un pueblo milenario. Es lo que más le da terror a ciertos sectores del poder.
*Por lavaca / Foto de portada: Bruno Tornini