Faauna y el despertar de la psicodelia

Faauna y el despertar de la psicodelia
28 abril, 2017 por Julieta Pollo

Ya lo sabemos, la cumbia es la madre de las fusiones. Desde los primeros acordeones colombianos -y sus ancestrales genes africanos- a esta parte, la diversificación y expansión de la cumbia ha demostrado que la mitosis musical no tiene límites. Con el nuevo milenio nació la cumbia villera y también la cumbia digital, hermanas de diferentes procedencias pero que comenzaban a hacerse oír entre el ruido. Conversamos con Cristian Del Negro que integra Faauna, una de las precursoras de la cumbia digital que estará sonando esta noche en La Cumbre de la Cumbia.

Por Julieta Pollo para La Tinta

Todos lo que crecimos en ciudades pequeñas sabemos lo que cuesta construir un espacio desde la música, entre productores que no confían en sonidos exóticos o fusiones poco comunes y periodistas que buscan la novedad afuera y no en las venas locales. Desde su nacimiento en 2003,  Faauna sintió estas dificultades y migró hacia entornos más permeables a la efervescencia de lo experimental.

“En Mendoza fue dificilísimo que germinara la semilla. Fue muy cruel en los comienzos de Faauna y eramos tomados casi como en risa, así que muy rápidamente nosotros nos proyectamos en Buenos Aires. Ya veníamos tocando en fiestas de Drum & Bass y música electrónica, nos escucharon algunos productores a los que les gustó mucho y nos empezaron a difundir. Nuestro crecimiento siempre fue desde Buenos Aires y una vez que nos fue bien allá y afuera de Argentina recién en Mendoza nos empezaron a reconocer. De los casi 13 años de historia que tiene Faauna recién los últimos cuatro empezamos a llenar salas en Mendoza. De hecho habíamos tenido una nota en La Nación y habíamos sido tapa del suplemento Sí de Clarín y todavía no habíamos salido en ningún diario de nuestra ciudad.  Es muy cruel realmente, las ciudades pequeñas se centran mucho en lo que esta pasando afuera y no saben analizar la calidad musical de lo que está pasando en el momento.  Ahora pasa mucho con el Indie: les va mejor afuera y empieza a irles mejor en Mendoza, es muy cruel pero es así”.

-¿Cómo fue el camino que los llevó a unir cumbia y electrónica, dos universos sonoros que parecían tan opuestos a principios de los 2000?

-Fue parte de una inquietud que teníamos de buscar una identidad propia. Nosotros veníamos de la música electrónica y en los ’90 nos habíamos criado con el rock yanqui y la música electrónica inglesa. Pero siempre teníamos esa deuda interior de decir esto no es algo que corresponda a nuestro paisaje. Y así, en esa búsqueda salió el folklore y varios sonidos que incorporamos… pero la cumbia nos pegó más y fue fácil entrar porque es algo que escuchás todo el tiempo en todos lados. El entrar y sacarse el prejuicio fue parte de ese buscar nuestras raíces, de mirar para adentro en vez de afuera.

La manita de Fauna y Manshines fueron los primeros discos de la banda, compuestos por el dúo Cristian Del Negro y Fede Rodríguez. Después de la partida de Fede, Cristian y Arturo Gueglio retomaron el proyecto y lanzaron Psicodelia cosa seria, que conserva la particular esencia de los primeros años aunque deja ver una mutación sonora con canciones más acabadas y la incorporación de nuevos ritmos.

“Le metimos más herramientas, nosotros siempre fusionamos electrónica y cumbia con ritmos de ghettos del mundo. En este último agregamos muchas cosas que están pasando en África, en Angola como el soul break. Sin duda con Matías Méndez en la producción artística le dimos un plus más canción, más radial, más escuchable. Los otros discos han sido un poco más viscerales, este más cerebral tal vez por esto de que está más organizado en función del concepto.

Con Psicodelia cosa seria empezamos a hablar un poco más de lo que está pasando ahora… de las dificultades que hay, de nuevo con los gobiernos que están viniendo a nivel mundial. Faauna tiene esta herramienta de mirar para adentro desde siempre. Cuando arrancamos en 2003 también tuvo que ver mucho con lo que pasó en el 2001, con políticos de nuestra región que hacían mucho caso a las corporaciones y abrió el juego a pelear más por uno mismo. Lo mismo hicimos nosotros en lo musical. En el último disco empezamos a ver lo que se venía y hablamos de la falta de ideales, de recursos, de la guerra… hablamos un poco de este cambio feo que vivimos”.

-Psicodelia significa “manifestación del alma” y es una corriente estética que está muy presente en Faauna, en sus videos, cds y hasta en el nombre del último disco. ¿Qué los atrae a esta forma expresiva?

-Al disco lo llamamos así como un juego de palabras, de reírse un poco de nosotros mismos, pero es en realidad ver seriamente algo que es llevado a la ligera a veces.  Cuando uno habla de psicodelia no es simplemente algo visual, para nosotros tiene realmente mucha importancia, es un gran inspirador, es una forma de sentirnos libres, un despertar. La psicodelia es una mirada interior que nos ayuda mucho.  

Como forma expresiva es la total libertad, como un todo. Cuando uno esta ahí es libre de hacer lo que quiere y la estimulación de todos los sentidos es tan fuerte que es como tener el total de los beats y de ahí desglosar y sacar unos pocos para hacer una composición por así decirlo. Me gusta mucho la frase de que menos es más y la psicodelia es mucho, entonces se trata de ir sintetizando a pequeñas cosas.

¿Cómo conocieron a las Altas Wachas, el grupo de bailarinas con quienes comparten escenario? 

-Con Altas Wachas nos conocimos hace unos cinco años en Niceto, surgió la idea de que bailaran con nosotros y realmente se hizo una simbiosis muy buena. Nosotros queríamos agregarle algo visual al show que no sean las clásicas visuales, entonces empezamos a incluir bailarinas… ahora todos lo hacen pero hace algunos años no era tan común.  También quisimos que sean casi parte de la banda, al menos en el vivo, entonces las chicas llevan coreografías y los temas están totalmente pensados para que interactuemos músicos y bailarinas en el escenario, y que la gente pueda ver todo esto y no solamente oír. 

-Antes me decías que en el camino de buscar los sonidos de esta tierra se encontraron con el folklore. Además de Faauna, formás parte de Sonido Guay Ñeñe, una búsqueda que va más por ese lado…  

-Claro, de esa búsqueda como salió la cumbia también surgió el folklore, que de hecho es algo que en los últimos años ha estado creciendo muchísimo. Después de formar Sonido Guay Ñeñe con Lea Skames se sumó la cantante Sandra Amaya, una folklorista muy reconocida en zona de Cuyo y una gran coplera, Lucas Luchetti que es un gran percusionista de folklore. Es un proyecto muy lindo, un paso más en esto de fusionar cosas latinas con instrumentos electrónicos.

Faauna junto a TOCH en La Cumbre de la Cumbia. Viernes 28 a la medianoche en Casa Babylon Club.

* Por Julieta Pollo para La Tinta

Palabras claves: Cristian Del Negro, Cumbia digital, Faauna, Sonido Guay ñeñe

Compartir: