Los casinos online y su legalidad: ¿quién gana realmente?
Prolifera la industria del juego online ilegal que impacta en los más jóvenes. Qué rol tiene el estado y qué medidas están tomando las provincias.
La industria del juego online creció a pasos agigantados durante los últimos años. La consolidación de los tiempos digitales, acentuados por la irrupción de una pandemia, allanó el terreno para nuevas actividades de ocio; aparecieron los casinos online. Mientras, tiempo atrás, los casinos físicos estaban destinados exclusivamente a una porción de la población, hoy las salas virtuales invitan a participar a todo tipo de usuario.
Los sitios despliegan un menú variopinto de juegos de azar que incluyen funciones tecnológicas sorprendentes. Los jugadores, embelesados por las experiencias inmersivas, se sumergen de lleno en la actividad. Los casinos online se popularizaron a lo largo y ancho del mapa mundial, despertando a las distintas autoridades gubernamentales a discutir sobre la regulación de la industria.
A diferencia de otros países en donde se han establecido leyes nacionales, en Argentina no rige una normativa federal. Es decir, cada provincia está a cargo de dar luz verde o no la industria del juego en línea. Este marco, ha generado algunas contradicciones ya que la falta de casinos con licencia en algunas provincias argentinas deja desprotegido al usuario que, en la búsqueda de sitios confiables, termina registrándose en plataformas clandestinas.
Legislación escindida, ¿una población desprotegida?
En la mayoría de los países vecinos que han avanzado en la emisión de leyes de juego online se ha designado una autoridad que se encarga de la regulación del rubro en su totalidad, lo que facilita la supervisión en materia de juego responsable, así como el seguimiento de la recaudación impositiva. Algunas entidades se han convertido en modelo, como es el caso de Coljuegos, el organismo estatal colombiano que destaca por sus fuertes políticas de prevención y concientización sobre el consumo compulsivo.
La legislación esquizoide de Argentina es un caso particular y, aunque ya son más de la mitad las provincias que han avanzado en la legislación del juego, otras se mantienen en una zona gris. La protección de los usuarios queda librada a la determinación de cada jurisdicción, y no todas priorizan el juego online en su agenda. Pero el impacto que está causando la proliferación de los sitios clandestinos en la población, sobre todo en el segmento más joven, cobra cada vez más gravedad y empuja a las autoridades a tomar cartas en el asunto.
El aumento de la ludopatía infantojuvenil es un problema que emerge en todo el mundo, dado el auge de la industria del juego online se expande sin fronteras. Sin embargo, el problema ha calado hondo en la población argentina, filtrándose en los hogares y las aulas escolares. El 18,7% de los adolescentes cordobeses apuesta en sitios ilegales; los jóvenes juegan para obtener un beneficio económico que emparche la ansiedad por un presente socioeconómico crítico y un futuro incierto.
Mientras algunos sectores se resisten a las legislaciones porque señalan que el juego debe combatirse, no avalarse, del otro lado, las provincias que insisten en su regulación consideran que los marcos normativos impulsan a los jugadores a registrarse en casinos online legales alineados con normas básicas y fundamentales, como la incorporación de filtros de ingreso para menores de 18 años.
Hacia la reforma de la ley de juego en Córdoba
En los recintos gubernamentales cordobeses se han encendido acalorados debates respecto al juego y su regulación. La ley de juego, emitida en 2021 pero puesta en marcha recién en 2023, estableció las primeras pautas que habilitaron el desembarco de grandes marcas de casinos online en la provincia. Un año después, la ley ya comenzaba a ser cuestionada por carecer de las normas necesarias para abolir la clandestinidad en el rubro.
La legisladora María Acevedo elevó un proyecto para aplicar reformas a la ley de luego online con el claro objetivo de proteger a los ciudadanos más vulnerables. Las modificaciones introducidas son varias; entre ellas, se incorpora el registro de datos biométricos para reforzar el filtro de menores en las plataformas, se restringe la publicidad a la franja horaria de protección al menor, se incentiva la regulación sobre la figura del influencer y se convoca a la Lotería de Córdoba a bloquear sitios clandestinos.
Estas son solo algunas; la propuesta acapara diferentes aristas, pero se dirige con toda la fuerza a erradicar el juego ilegal. La ludopatía infantojuvenil ha pasado a ser, en pocos años, una de las cuestiones de mayor importancia en las agendas nacionales. Un mal que se acentúa con la digitalización de la vida cotidiana y que debe ser atendido por las arcas estatales sin dejar vacíos legales que amedrenten contra la salud de los ciudadanos.
